lunes, 1 de junio de 2009

Padova Revolutions

Dicen que una no es ninguna, y que no hay segunda sin tercera. Pues resulta que dijeron bien. Me encontré en Padova por tercera vez.

El viaje esta vez se debía a mi asistencia a la conferencia "Planck 2009." La idea era presentar un póster de mi trabajo, pero lo que más me llamaba la atención del viaje obviamente era ver a la gentita de Padova otra vez. Era también la última oportunidad que tenía de verlos a todos juntos. Alfredo regresará a México en Agosto, la Cazavampiros volverá a España en Setiembre, y Jae-hyeon se trasladará a Hamburgo ese mismo mes. Sólo se quedaría il Maestro. Así que nada, era ahora o nunca.

El viaje de ida a Padova fue curioso. Debido a los problemas con la porca Iberia en el viaje anterior, decidí volar en Alitalia. En el mismo check-in del aeropuerto de Valencia noté la diferencia: la gente no hacía cola, sino que se amontonaba alrededor del mostrador. Italianissimo. No había dejado España y ya sentía que estaba en Italia. ¡Se sentían buenos aires!

La llegada a Padova fue la muerte. Me encontré con Takashi, quien también iba a la conferencia, en el aeropuerto de Venezia. Tomamos el bus juntos, y fue genial, el viaje salió bastante ameno. Ahora bien, en el momento en que llegamos a Padova y bajamos del bus, empezó a llover. Literalmente, puse el pie en el suelo Padovano y cayó la primera gota. Claro, esta lluvia se terminó transformando en granizo, y Takashi y yo terminamos debajo de un árbol. Excelente el recibimiento, gracias Padova. Pero eso no es todo. Pasaron unos cinco minutos, y en eso apareció de la nada un hombre gigantesco de mal aspecto. Me empezó a hablar en italiano con un acento extraño, parecía brasilero... En fín, el hombre este se me acercó, me miró, y me dijo algo como:

- Io sono il braccio destro del signore.

Hmmm. El brazo derecho del señor... Genial.
Me quedé mirándolo por un rato, pensando que era el guardaespaldas de un capo mafioso o algo así. Sabía que no debía de decir nada, pero no me pude contener:

- Ehhhh.... di che signore?
- Di que signore? Il papa di Gesu!
- Ahhhhhh.... ese signore...


Se me hizo agüita. Me empezó a hablar de cuatro días de oscuridad y otras cosas que no le entendí. Y nosotros ahí, atrapados bajo el árbol con El Brazo Derecho Del Papá De Jesús, con una tormenta de granizo a nuestro alrededor. En eso, Takashi me dijo que se iba a otro lado, que el árbol no lo protegía y se estaba mojando. A mi parecer también se le hizo agüita. ¡Me iba a dejar sólo con El Brazo Derecho Del Papá De Jesús! Pero antes que le pudiera decir nada, Takashi fugó y me dejó con mi nuevo amigo.
Arigatou, Takashi-san.

Miré a El Brazo Derecho Del Papá De Jesús, miré la tormenta, volví a mirar a El Brazo Derecho Del Papá De Jesús, volví a mirar la tormenta... y dije ¡al diablo! Terminé empapado... pero por lo menos a salvo.

Anyway, luego de este evento las cosas se mantuvieron tranquilas. No obstante, tengo que confesar que la conferencia no me interesó tanto como debería. Estaba un poco frustrado, ya que yo quería presentar una charla, y no me lo permitieron. Me dieron sólo el chance de mostrar un póster (a nadie le interesan los pósters), y para colmo no habría sesión de pósters per-se, sino que sería una presentación on-line del trabajo de cada uno. O sea, recontra leído. Resulta que no tenían suficiente tiempo para permitir que todos den charla, ni suficiente espacio para colgar pósters de verdad. Me imagino perfectamente la situación, con un alumno entrando asustadísimo a la oficina de il Maestro:

- Maestro! Maestro! Abbiamo un problemo! Abbiamo 500 postulazioni per charli, ma solo a' 20 sessione disponibili!
- Ma, fratello... non a un problemo. Facciamo una sessione di poster, tutto arreglato!
- Ma, Maestro... como facciamo questo? Non abbiamo locazione disponibili per tanti poster!
- Fratello, fratello... non estressare. Facciamo la sessione di poster on-line! E' molto facile!
- On-line, Maestro?
- E' clarissimo, fratello... e sugerimo che il participanti discussi in privato il poster.
- Maestro, sei un mago! Un genio!
- E' per questo que io sono il Maestro, fratello....


Por otro lado, el viaje resultó una reunión social mucho mayor de la que esperaba. Además de los ya mencionados, en Padova se encontraban Lorenzo, Elisa, Zahara y Paolo (a quienes conozco de Valencia), Alex, Gerhart y Florian (de Würzburg), y la gente del departamento de física teórica de Padova... incluyendo, por supuesto, a il Maestro. Hasta había alguien de Cambridge, a quien nunca hablé durante mi estancia allá. Era raro, parecía que todas mis experiencias en Europa estaban manifestándose de alguna forma en esta ciudad. La verdad es que fue perfecto, a través de ellos he conocido gente de Italia, Japón, Corea y Alemania (en particular de Munich, donde me gustaría hacer el post-doc), así que siento que la conferencia fue bastante útil. La cena fue en el Palazzo da Raggione, espectacular, donde terminé sentado con Alex y otros físicos que no conocíamos, y donde descubrí el impacto que tengo en la gente: una física italiana no me reconoció diez minutos después que nos paramos de la mesa. Bravo.

El fin de semana fue brutal. Alfredo, Jae-hyeon, Elisa, Takashi, Alex, Isabel (una amiga de Alfredo) y yo salimos de juerga (la Cazavampiros aparentemente tenía una misión en Transilvania y nos dejó el jueves), y madre mía, me di cuenta que ¡se extraña la pachanga! Debo corregir esto urgentemente en Valencia...

Además de la fiesta, el fin de semana destacó por el típico viaje con Alfredo a un rincón de Italia. Terminamos yendo al pueblo de Elisa, Vicenza, y estuvimos unas cinco horas subiendo y bajando las calles, hasta no dejar ningún rincón desconocido. Conocimos la existencia del gran arquitecto Andrea Palladio, que no estoy seguro qué hizo, pero que es el orgullo de Vicenza. Entre las características de su estilo, aparentemente destaca el poner agujeros gigantes en los muros para que entre luz y esté todo fresco. Algo así como una ventana sin cristal. Grande, Palladio. Me imagino la situación, con el discípulo entrando asustadísimo a su oficina:

- Maestro! Maestro! Abbiamo un problemo! La stanza disegnata e' molto calda e oscura!
- Ma fratello... non a un problemo. Guarda il muro, pero favore. Facciamo un bucco en questo muro, tutto arreglato!
- Ma Maestro... como soluzionamo il problemo de questa forma? Non capisco!
- Fratello, fratello... non estressare. Il bucco con il vento da la ventilazione, e' molto facile.
- Pero e' oscura!
- E' clarissimo, fratello... el bucco con il sole da la iluminazione.
- Maestro, sei un mago! Un genio!
- E' per questo que io sono il Maestro, fratello...


'Cha que voy a extrañar Padova. La verdad es que siento que este viaje me ha exorcizado de muchas cosas que me tenían estresado. Molto grazie, gente. Grazie Elisa por venir desde Vicenza, por el volumen y por reconocer que un chino efectivamente puede preparar la mejor piadina de Padova. Grazie Isabel por lo bailado, y por hacerme recordar cómo son las juergas en Perú. Grazie Tatiana, que aunque no estuviste aquí esta vez, fuiste recordada con cariño. Grazie Jae-hyeon, por ser tan sorprendente, por hablar inglés como italiano, cocinar como español y bailar como mexicano. Grazie Alicia por aguantarme, por permitir que te moleste, por defender el mundo de la amenaza de vampiros, por salir en la noche a pesar de la cantidad de trabajo, y por reirte de mi mala imitación de español carajillero. Y Alfredo... gracias por todo compadre. Grazie mille.

Pues nada. Será un hasta nunca, Padova, y un hasta siempre. Hasta nunca, porque sé que, aunque regrese, nunca será lo mismo sin toda esta gente. Y hasta siempre, porque aunque no vuelva, estará siempre presente en mi vida.