viernes, 5 de noviembre de 2010

Fiesta de Disfraces

Debo admitir que no me está siendo tan fácil acomodarme a la nueva ciudad. Vamos, realmente no me debería quejar, tengo compañeros de piso bastante buenos, y realmente no me estoy aburriendo.

No obstante, aún no tengo amigos míos. Salvo un par de amigos sueltos, no he conocido aún gente con quien pueda formar un grupo. He buscado gente, me he unido a grupos de conversación y tal, pero aún no he establecido ningún lazo realmente importante con gente fuera de mi piso. De hecho que esto es normal, vamos, he estado menos de 30 días en esta ciudad, pero de todas formas no puedo evitar angustiarme un poco.

Por ello, cuando mi amiga, TedescaPazza, decidió venir a visitarme a Roma, me puse muy, pero muy contento. No les voy a aburrir contando todas las locuras que hemos hecho en esos cinco días, pero sí diré que fue un buen break.

Ahora, hay una anécdota que no puede ser ignorada. Y esto fue el gran evento ocurrido en la fiesta de 'alloween (los pobres italianos no pueden pronunciar la "h" inglesa).

Ataviados de unos disfraces geniales hechos en casa, y luego de unos aperitivos cerca a Piazza Navona, TedescaPazza, Giulio (un amigo en común que conocimos en Valencia) y yo nos dirigimos a la zona discotequera de Testaccio. Habíamos escuchado bastante de esta zona, pero nunca la habíamos visto, y queríamos ver cómo era la juerga italiana.


Nos dirigimos a la primera discoteca que nos llamó la atención, pero rebotamos inmediatamente al enterarnos que había que pagar 20 euros para entrar. La segunda estuvo mejor, 10 euros, pero aún así decidimos mirar un poco más. Finalmente, encontramos un sitio que era completamente gratuito, y que estaba completamente vacío.

Perfecto.

Digamos que armamos la fiesta (¡suave!). Empezamos a bailar los tres, y la gente empezó a entrar al sitio. Dos opciones: o dábamos la impresión que el sitio era ultra-divertido, o atraíamos a la gente por dar la impresión de ser miembros de un freak-show, o algo por el estilo. Considerando nuestros disfraces, seguramente era por la segunda opción. Pero vamos, lo importante era que el sitio se estaba llenando.

Entre todos los asistentes, los únicos disfrazados éramos los tres, y un chico que estaba vestido de chica. Anyway, mientras TedescaPazza se mangiaba a un italiano incauto (poverino Alessio...), Giulio y yo miramos la fauna del local... Y notamos que las chicas alrededor eran particularmente extrañas.

Inicialmente no sabíamos muy bien qué era lo que tenían. Su vestimenta era extraña, no era típica italiana. Sus movimientos eran bastante cuidadosos, delicados. Sus espaldas eran un poco... ¿anchas? Sus rasgos eran un poco... ¿marcados?

Segundos después, nos dimos cuenta, espantados, que no eramos los único disfrazados. Aquellas chicas no eran chicas.

'appy 'alloween.

Y no solo eso. Estábamos rodeados.
'Ta mare.