Bueno, ya. Algún pasatiempo debía tener. Mucho trabajo, mucho rollo de
mudanzas y alquileres, ya tocaba divertirse. Era verano, se veía
factible trabajar tan sólo ocho horas, así que me iba a meter a algo.
Fue entonces que encontré las clases de fotografía. Y decidí resolver uno de mis traumas.
Permítanme explicar por qué trauma. Hace varios años, asistía a una
marcha en Roma. No, no esa marcha que muy bien recuerdan, esta era otra,
era una protesta por las medidas económicas tomadas en Europa. La cosa
es que llevé mi camarita, y la "documenté". Vamos, que tomé fotos. Esta
marcha se caracterizó por la aparición del "Black Block," que
básicamente destruyó parte de la ciudad. Llegaron a quemar un auto
frente a mi casa. Sí, cosa seria. Y bueno, tomé fotos de todo esto, y
las colgué en Facebook.
La cosa es que mis padres vieron las fotos, y nuevamente decidieron que
no, que yo no debía haber estudiado física, que debería haberme dedicado
a otra cosa. En este caso, arte. En particular, fotografía. Y esa
Navidad, me regalaron una cámara semi-profesional.
Entenderán mi trauma cuando de repente la calidad de mis fotos aumentó
considerablemente, pero no por habilidad sino porque el modo "auto" era
una maravilla. Ya no aparecía nada fuera de foco, nada estaba sub- ni
sobre-expuesto, los rostros aparecían cálidos y llenos de vida. La
cámara decidía cómo procesar la imagen, de modo que el mundo se viera
maravilloso y lleno de colores. Lo único que debía hacer yo era apuntar,
y apretar.
Por ende, trauma.
Así que nada, dos años después, me metí a las clases, no necesariamente
para volverme un fotógrafo profesional, sino para por lo menos entender
por qué las fotos salían tan bien en el modo "auto."
Lamentablemente, la cosa no funcionó tan bien. Ahora, antes que nada,
quiero aclarar que la profesora era super chévere, animaba bastante a
los alumnos a encontrar su propio estilo, y se notaba que era una
profesional de calidad. Sé también que muchos alumnos estaban contentos
con ella. Pero yo sé que ustedes no leen este blog para verme hablar
bien de nadie, así que vamos al punto.
Básicamente, descubrí que mis padres se equivocaron, y que sí hice bien
dedicándome a la física. La clase cubrió los conceptos básicos de la
fotografía, pero carecía de las definiciones precisas a las que estaba
acostumbrado. ¿Cómo hablar de apertura y velocidad sin hacer analogía a
un flujo? ¿Y por qué los valores de apertura básicos variaban como 2.8,
4, 5.6, 8? Tuve que quedarme calculando hasta altas horas de la noche,
para descubrir que el asunto es super simple, y que estos valores de
apertura están relacionados al diámetro efectivo del lente. Por ende,
claro, si lo que importa es el flujo, lo que uno quiere es el área de
apertura, y ese diámetro entra elevado al cuadrado. Por ende, estos
numeritos mágicos eran simplemente potencias de raíz de dos.
¿Por qué no me dijeron esto desde el principio?
Se notaron que las prioridades eran distintas. Por ejemplo, en el
ejercicio de velocidad, yo le tomé fotos a un ventilador. Y claro, había
descubierto que un ventilador gira a unas 1200 revoluciones por minuto,
por lo cual daría 20 vueltas en un segundo. ¡Genial! Si tomaba la foto
con una velocidad menos a 1/20 segundos, el ventilador se vería
completamente borroso. Luego, al aumentar la velocidad, se esperaría que
aparecieran estructuras, manchas más, o menos, oscuras. Y
efectivamente, cuando tomé la foto con velocidades de 1/30 y 1/60
segundos, se veían claramente estructuras consistentes con que el aspa
del ventilador diera dos tercios, o un tercio de vuelta.
Pero a la profesora no le pareció muy interesante, ni me dio tiempo de explicar lo de las estructuras.
En otra clase, se mencionó el histograma. Mencionó que el histograma nos
daba una medida de las once zonas de grises. Me pareció genial, pero
tenía una duda:
- ¿Qué representa el eje Y?
- ¿Qué eje Y?
- El del histograma. Tenemos un eje X, horizontal, que nos indica las once zonas.
- Ajá.
- Y entonces, el eje Y, vertical, ¿qué representa?
- ...
- ...
- La verdad, nunca me había puesto a pensar en eso.
Casi me tiro por la ventana.
Luego de cranear un rato, razoné, okey, un histograma representa la
cantidad de veces que algo se repite dentro de una serie de categorías.
Ya. Las categorías son las once zonas grises. Ya. ¿Y qué se repite?
¿Cantidad de qué? ¿De qué? ¿De quéeeeeee?
Llegó entonces el momento de la iluminación. ¡PIXELS! ¡Tenía que ser
eso! El histograma representaba la cantidad de pixels del sensor que se
encontraban en una u otra zona de grises. Pensé levantarme y detener la
clase para explicarlo, pero ya habían empezado a hablar de otra cosa, y
me dio roche.
No les contaré sobre mi presentación final, se los dejo a su
imaginación. Pero una que otra foto me salió bien, vamos, se las pongo
abajo. La versión grande sale cuando cliquean en la foto. ¡Hasta la próxima!
2 comentarios:
a mí también me gusta tomar fotos, pero nunca me animo a comprarme una cámara profesional. siempre me quedo con las semis y de ahí contenta. Pero hey, lo que importa, una vez que sabes las funciones básicas, es la práctica, entrenar el ojo, suerte!
Eso me dicen todos, que la práctica lo lo más importante. El problema es tener paciencia, especialmente si el modo auto saca fotos más bonitas. :-P
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