lunes, 27 de octubre de 2008

Reset

03/08/2008

La luz del sol me despierta.
Miro alrededor, y veo mi nueva habitación en Valencia.
Estando todavía exhausto de la mudanza, me doy la vuelta, evito el charco de sudor característico de las noches valencianas, y trato de dormir otra vez. Lo logro por unos minutos, pero al final termino levantándome y empezando el día.

Hace ya un mes que salí de Alemania. Pero entre una cosa y la otra, recién hoy tengo tiempo de sentarme y descansar. Y por supuesto, de desarrollar mi hobby favorito: torturarlos con mis crónicas.

El viaje de vuelta a Valencia casi pasó sin ninguna eventualidad. Fue el primero de Julio, pocos días después de que España aplastara a Alemania en la Eurocopa. Al dejar mi oficina, mis amigos alemanes me regalaron una bandera alemana con la firma de todos los doctorandos y estudiantes de Diploma. "Pensábamos que íbamos a ganar," me dijo Nadine, resignada.

La verdad es que me pareció uno de los regalos más chéveres que he recibido en este tiempo fuera de Lima (si, Alicia, el delantal rosado todavía lo tengo, pero más que chévere me parece... ingenioso, digamos). Así que, buscando al mismo tiempo algo de problemas, decidí llevarlo colgado de mi mochila al regresar a España, pa' ver que me decían.

En el vuelo a Palma Mallorca no pasó nada. Claro, después de todo, Palma es prácticamente colonia alemana. Kein problem.
Donde sí hubo problemas fue en el vuelo a Valencia. Pero claro, ¿cómo se me iba a ocurrir que en mi mismo avión iban a meter a un equipo de fútbol de niños españoles de 13 años?

Al entrar al avión, los chibolos del demonio me empezaron a gritar "Spain!!! Spain!!" Con esto me quedo confirmado que la pinta de gringo monse la cargo hasta en Europa.
Pues nada, afortunadamente los profesores los controlaron, y no pasó nada. Claro, hasta que bajamos del avión, y termine en el mismo bus que todo el equipo. Genial. Lo mismo, "Spain, Spain" y las criaturas de Dios haciendo un "uno" con una mano y un "cero" con la otra. No sabía como explicarles que en Alemania apoyé a España, y que casi me linchan los germanos cuando, en medio del biergarten, celebré solito el gol de España. En fin, mis traumas son mas grandes que nada, así que en vez de hacer eso no se me ocurrió mejor idea que preguntarle al más cercano "¿Por qué me hablas en inglés si yo hablo castellano?"

Obviamente asombrado por esta pregunta, el niño exclamó "¡¡¡¡Yo no fui!!!! ¡Fue Manolo! ¡Fue Manolo!"
Al final logré explicarles que era un regalo de mis amigos alemanes, y que yo obviamente apoyaba a España. Y recalqué el "obviamente." Así que me dejaron en paz (o sea, me dejaron vivir).
El encuentro con el taxista en el aeropuerto de Valencia se los dejo a su imaginación.

En Valencia, mudarme era una prioridad. Mantener el piso en Valencia no tenía sentido, estaba harto de pasármela solo. Así que busqué un poco, y encontré un sitio espectacular. Estaba muy cerca del sitio donde vivía antes (que significaba no tener que cambiar rutinas), era más barato (que significaba poder salir a comer con la gente sin buscar los sanguches más mísios), tenía una habitación doble para mí (que significaba tener suficiente espacio para meter todas mis cosas), lo compartía con gente chévere (que significaba no tener que cenar sólo todos los días) y tenía una vista brutal desde un doceavo piso (que es bonito). Excelente. Firmamos el contrato inmediatemente, y quedamos en que entraría el 1ro de Agosto.

El regreso a la universidad no fue tan sencillo. Tenía dos semanas antes de partir a Benasque, a un Flavour School. Y tenía mucho por hacer antes, tenía que escribir el informe de mi estancia en Würzburg, tenía que organizar mi paso de beca a contrato (Behold! Ahora hablan con un Investigador en Formación contratado)... y bueno, mudarme. Así que grande fue mi espanto cuando Oscar, mi jefe, me dice "La próxima semana nos vamos a Padova, ¡para hablar con il Maestro!"
'Cha mare.

Afortunadamente logré convencerlo de que iba a ser demasiado para mí, pero que podía colaborar a la distancia. La muerte. Así que la semana siguiente, todo lo que podría haber hablado con ellos lo tuve que tipear y enviar por correo electrónico. Al final fue más chamba que si me hubiera ido (que de paso no hubiera estado mal, sería bueno volver a ver a Alfredo, Alicia, Jae-hyeon... y a il Maestro, por supuesto), pero bueno, de haberme ido no hubiera podido hacer cierto trámites previos a la firma del contrato y perdería un mes de sueldo. No way.

De Benasque no hay mucho que decir. Los Pirineos están bien, y les mandan saludos a todos. La escuelita fue bastante intensiva, no recuerdo ninguna de las ultimas charlas, ya que me dormí en casi todas. También conocí lo que realmente es humillación deportiva, cuando los locales de Benasque nos vencieron a nosotros físicos en dos partidos de fútbol. Ellos eran 10. Nosotros eramos 20, y con 14 en la cancha, sin contar el arquero que nos prestaron. Y aún así, perdimos en el primer partido por 11 - 0. En el segundo decidí jugar (no lo hacía desde que salí del colegio, creo). Perdimos 13 - 0, creo que mi contribución es evidente, ¿no?

Y a la vuelta... ¡a celebrar la independencia del Perú en Barcelona! Luego de ver a Diego, PiliChuez, Camila y Bruno, nos fuimos Cathe y yo a una celebración rojiblanca, repleta de salsa huancaína, yuca, música de Chichi Peralta, fotos de presidentes haciendo el ridículo, y un fujimorista (nunca faltan). Hasta cantamos el himno (ok, ok, cantaron, a mí me dio roche, los españoles presentes nos miraban con cara de "que curiosos estos peruanitos"). Pero bacán, toda la estancia fue muy agradable y relajante.

En fin. Luego de todo esto, he regresado a Valencia. A mi nueva casa.
Ahora tengo que sobrevivir Agosto (practicamente todos mis amigos han fugado en vacaciones, o estancias, o whatever), para enfrentar el comienzo del nuevo año académico. Un año nuevo con vivienda nueva, amigos nuevos (los de siempre también) y horizontes nuevos.
A pesar que no puedo negar que comenzar de nuevo es agotador y frustrante, tampoco puedo negar que, de aprovecharlo bien, podrá ser muy enriquecedor. La gente con quien vivo son personas muy interesantes: una pareja ítalo-brasileña y, por ahora, una chica íbero-inglesa. Yo soy el anglo-peruano. 'Cha que podríamos hacer una serie tipo "Friends."

Pues nada. Deseenme suerte, y recenle a Sarita Colonia por mi.
Cuidense mucho. Y será hasta pronto!

sábado, 18 de octubre de 2008

Una Noche en Luxemburgo

03/06/2008

Los que conocen mis gustos musicales saben que hay un grupo de música con el que me he identificado desde que tengo 15 años... 'Cha que empezamos mal, ya me he empezado a sentir viejo y no he terminado la primera oración...

Otra vez.
Los que conocen mis gustos musicales saben que hay un grupo de música con el que me he identificado desde siempre (mejor). Es un grupo no muy conocido en Perú, ni en España, ni en Italia, ni en Alemania... 'cha mare, esto suena malazo, no, debe haber otra forma...

Tercer intento.
Los que conocen mis gustos musicales saben que hay un grupo de música con el que me he identificado desde siempre. Es un grupo no muy popular (¡ajá!), que toca lo que popularmente se llama "rock alternativo." El nombre de este grupo es Counting Crows, y me llama la atención por la letra, extremadamente compleja, llena de frustraciones, formas diferentes de ver relaciones, deseos por ser alguien mejor... en fin, letra chévere.

Pues nada. Cuando me enteré que por fin venían a Europa, era imposible que no fuera a alguno de sus conciertos. Lamentablemente, por alguna razón, no venían a Alemania. Revisando su lista de conciertos, descubrí que el más cercano a Würzburg era en... ¡Luxemburgo! Es más, resultó ser el único concierto al que podría ir, siendo fin de semana y no teniendo ningún compromiso académico de por medio. Así que me alisté, entré a la página web de trenes en Alemania, y averigüé el precio de un viaje a Luxemburgo. Y casi se me caen los ojos.
150 euros, ida y vuelta. Mamma mia.

Mientras me la pensaba, descubrí que había gente en Würzburg interesada en ir al concierto también. Y fue entonces que se prendió el foco. ¡¡¡Alquilaríamos un carro!!! Y si eramos tres o cuatro, ¡sería baratísimo! Bravazo. Ahora, solo faltaba la confirmación del resto. Pero el resto no confirmó. Una chica nunca se animó. Otra dependía de un compromiso con el novio. Y un patín tenía que ayudar a su madre a armar un PowerPoint (eso me suena a la gloriosa excusa de Gallo: "tengo que pintar el baño de mi abuela"). En fin. Sólo mi compañera de piso se apuntó. Pero cuando volví a revisar la página, porca miseria, se habían vendido todas las entradas.

Genial.

Esa semana... ok, ese mes no fue muy bueno que digamos. Me pasé bastante tiempo tratando de acomodar los otros conciertos a mi itinerario en Julio, que la verdad está bastante cargado. Y era imposible. Lo único que logré acomodar fue el concierto que daban en Mestre, en Italia (casi en Venecia), que no estaría mal, ya que probablemente me podría dar una vuelta por Padova y ver caras amigables. Pero el precio era demasiado, así que ni modo. No iba a ver Counting Crows. Fácil cuando me volviera rico y millonario, pero este año no.

Dos noches antes del concierto, luego de un día de chamba particularmente malo, decidí autotorturarme y revisar una vez más la página que vendía los tickets, para confirmar que ya no habían. Y entonces, milagro divino, ¡descubrí que la venta de entradas se había abierto otra vez! Fue entonces que empezó el trabajo intenso: debía, inmediatamente, descubrir cómo llegar a Luxemburgo. El tren era una posibilidad. Pero esa misma noche, descubrí un medio de transporte poco popular el Alemania: el bus.

Luego de comprar mi ticket, me pasé la mañana entera del día siguiente planeando el viaje. Noten, estaba viernes, el concierto era sábado. Nunca antes he planeado un viaje con tan poca anticipación, y como entenderán, mi adrenalina estaba al máximo. Y lo logré. Tenía frente a mí mi itinerario: tomar un bus de Würzburg a Frankfurt Hahn (4 horas), y de allí, luego de una hora de espera, tomaría otro bus a Luxemburgo (2 horas más). Llegaría a Luxemburgo a las 4:30 pm, hora en la cual debía recoger mis tickets, registrarme en el Youth Hostel, y embarcarme al concierto. Iba a ser la muerte.

Pero iba a escuchar a Counting Crows.

Al día siguiente, llegué a las 9:15 am a la estación de tren de Würzburg. Alrededor de ella debía estar cuadrado el bus que me llevaría a Frankfurt Hahn. Y obviamente, no lo encontré.
Ya me olía que me la iba a pasar esa noche cantando "A Long December," sólo, en Würzburg.

No obstante, tenía mi backup. Si no encontraba el bus, podría tomar un tren a Frankfurt Hahn. Antes de eso, fui a la estación, busqué la oficina de Información, y les pregunté "¿Conocen algún bus que me lleve a Frankfurt Hahn?" Sí, lo pregunté en la estación de tren, disculpen.
El patín me miró y me dijo "No."
Obvio.
Saqué todos mis apuntes (sí, así como científico loco, eso mismo), los puse frente a él, y le dije "Mira, hay esta compañía Kirchgässner que dice que me lleva a Frankfurt Hahn. ¿La conoces?"
El patín me miró y me dijo "Aquí dice que tienes que ir a Frankfurt Hahn en tren."
Genial, este chico se había puesto a descifrar mis propios apuntes, y había leído mi backup. No iba a llegar muy lejos.

Agradeciendo, salí de la estación y corrí al bus más cercano. Le pregunté al chofer "¿Conoces a la compañía Kirchgässner, que me lleva a Frankfurt Hahn?"
El chofer me miró, y apuntó a mi derecha: "El paradero está allá."
Me dí la vuelta, y casi lloro.
Casi lloro, porque lo que había era casi una combi. Vamos, era un van. Chévere. Iba a ir a Frankfurt Hahn. (Aunque casi no llego, hubo un momento que el chofer empezó a conducir como combista en Lima, no muy recomendable!!!)

En Frankfurt Hahn las cosas salieron bien. Llegamos 15 minutos temprano, lo que me permitiría tomar un bus que me dejaría en Luxemburgo una hora antes. Chévere. No obstante, al subir al bus y pagar mi ticket con un billete de 50 euros, el tipo me miró y me dijo "Nein!!!" No tenía vuelto.
Tranquilo, le dije "Mira, me bajo del bus, y espero a que los demás pasajeros paguen. Ahí fácil consigues sencillo."
Para mi desgracia, el resto de pasajeros había reservado su ticket por Internet, y no le dieron al chofer ni un real.
Ya me olía que me la iba a pasar esa noche cantando "Colorblind," sólo, en Frankfurt Hahn.

Afortunadamente el chofer se apiadó de mi, me hizo un gesto de "¡Sube nomas!" y sacó el vuelto de su propia billetera. Debe haber sido italiano.
Chévere. Iba a ir a Luxemburgo.

No voy a comentar sobre el rollo lingüístico que me dí al llegar Luxemburgo. Ok, lo siento, sí lo voy a hacer.
En Luxemburgo hablan raro. Es una mezcla de francés, alemán y una lengua local llamada Luxemburgish, o algo así. Y bueno, al ver esto, mi cerebro tuvo un cortocircuito. ¡Ya no sabía qué hablar! Tan solo pedir permiso entre los turistas era difícil: "¿Cómo era? Enschuldigung? ¡No, alemán! Scuzi? ¡Italiano! Gomenasai? ¡Dragonball! ¿Cómo es? ¿Cómo es? Sacre bleu! Excusez moi?"
De vuelta al cuento...

El bus me dejó al sur de Luxemburgo.
Debía recoger mis tickets al norte de Luxemburgo.
'Cha mare.

Luego de mucha caminata, llegué a la dirección indicada.
Era una rotonda.
Y los únicos edificios eran un baño público, y un megateatro.
El megateatro estaba cerrado.
Preferí no averiguar sobre el baño.
'Cha mare.
Ya me olía que me la iba a pasar esa noche cantando "High Life," sólo, en el Youth Hostel de Luxemburgo.

Decidí ir al Youth Hostel, con suerte serían amigables y me aconsejarían sobre mi situación.
Pero el Youth Hostel estaba al este de Luxemburgo.
'Cha mare.

Luego de muchísima caminata, descubrí que los mapas de Google Maps no siempre son buenos. Me dí una perdida brutal.
Ya me olía que me la iba a pasar esa noche cantando "Hanginaround," sólo, buscando el Youth Hostel de Luxemburgo.

Al final, tuve que triangular mi posición con un puente, las vías del ferrocarril, y una iglesia cercana. Debería ser geógrafo. En fin, descubrí que el Youth Hostel se encontraba al fondo de un valle. Genial.
Noten, por favor, que en ningún momento he mencionado el haber ingerido alimento o bebida alguna.

El Youth Hostel, genial. Me dijeron que lo más probable era que los tickets los entregaran en la entrada del lugar del concierto. Que, de paso, no quedaba en Luxemburgo, sino a 20 kilómetros de allí. Tenía que tomar un tren para llegar. Y debía tomarlo en ese momento. Lo que implicaba caminar a la estación de tren. Que quedaba... al sur de Luxemburgo.
'Cha mare.

Afortunadamente, tuve 20 minutos de espera en la estación de tren, los cuales fueron aprovechados pa' comer un buen sanguche. Lo devoré. En fin, el tren me llevó a mi y a un grupo de niñas gritonas al lugar del concierto, que era... en un fábrica. Ok, seamos exactos, al costado de una fábrica. Pero era rarazo. Al llegar, unas 20 personas haciendo cola. Bien.

No obstante, noté que había muchas personas que tenían el mismo papelito impreso que yo (o sea, que no tenían ticket), todas ellas igual de preocupadas. Bueno, en el peor de los casos nos quedaríamos todos juntos, cantando "Round Here," en la puerta del club.

En eso, una de estas personas le hizo señas a la gente de adentro, y estos le abrieron la puerta. Inmediatamente, todos los que no teníamos ticket nos lanzamos a la puerta, donde nos dijeron que esperemos un momento, y adentro nos darían nuestros tickets. Ok, extraño, pero estaba a salvo.

Y entonces, al darme la vuelta, descubrí que era tercero de la fila. Y nadie se quejó que nos hubiéramos adelantado. Así que me quedé ahí. Tercero de la fila. Calladito, que no se den cuenta. Pero mejor aún, cuando abrieron las puertas y nos dejaron entrar, ¿saben dónde terminé?

Primera.
Fila.

Tenme envidia, Alicia Cazavampiros.

Ahora, el comienzo del concierto fue... extraño. Salió el grupo. Pero... a Duritz se le veía... diferente. "Ahhh, lo que pasa es que se ha afeitado." Pero igual... "Ahhh, se ha cortado los dreads." ¿¿¿Se cortó los dreads??? ¡No way! ¿Y ahora? Hablando en... ¿¿francés??
¿Estaba en el concierto correcto?
Lo que no habían anunciado por ningún lado es que iba a haber un "cover." Estos eran los Dreamcatchers, o algo así.
Ah. Ya.

En fin, luego salió el grupo de verdad, y empezaron a cantar de verdad. Y junto con las antes mencionadas, cantamos "Hard Candy," "Hanging Tree," "Cowboys," "Recovering the Satellites," "Richard Manuel is Dead," y más. Y fue chévere. Y no hay más palabras que puedan describirlo, así que aquí me quedo. Tan sólo cuento que en el tren de regreso a Luxemburgo he dormido como nunca en mi vida. Y en el bus a Frankfurt Hahn tambien. Así como en el bus a Frankfurt. Y en el tren a Würzburg.

'Cha que buen concierto.

viernes, 10 de octubre de 2008

Cómo Encontrar Vivienda en Würzburg... para Dummies


28/03/2008

Informe sobre Ultima Misión

Situación: Recién llegado a Würzburg.
Objetivo: Encontrar un sitio dónde vivir.
Plazo: Un mes.

Registro 1: A 30 días del plazo.
Llegada a Würzburg.
Instalación en hospedaje universitario Gästehaus.

Registro 2: A 27 días del plazo.
Instalación en centro de trabajo al 90%.
Se empezó a obtener información sobre lugares interesantes dónde vivir.
Se recibió recomendación a favor de compañía "Home Company," un servicio de búsqueda de vivienda.
Requisitos de vivienda: con internet, acompañado por mínimo dos personas más, en un lugar céntrico. De preferencia en residencia de estudiantes.

Registro 3: A 26 días del plazo.
Se averiguó sobre residencia universitaria, Studentenhaus.
Rechazado en Studentenhaus por no ser alumno oficial de la universidad.
Se averiguó sobre posible permanencia en Gästehaus.
Rechazado en Gästehaus, por excesiva demanda de habitaciones.
Requisitos de vivienda: con internet, acompañado por mínimo dos personas más, en un lugar céntrico.

Registro 4: A 25 días del plazo.
Se encontró página web con información sobre pisos compartidos con otros estudiantes.
Se encontró traductor online (aleman) <-> (lengua comprensible) eficiente.
Se tradujo página web. Se encontraron seis ubicaciones interesantes.
Se comunicó con ubicaciones vía internet. ¡Viva el correo electrónico!

Registro 5: A 23 días del plazo.
Se tuvo dos citas confirmadas.
Se llenó formulario online del "Home Company," por si acaso.

Registro 6: A 20 días del plazo.
Primera cita.
Se recibió oferta por una habitación amoblada, con muebles puestos a la venta por el huésped anterior. Muebles en mala condición.
Existieron además condiciones extrañas. Habría que cambiarse el nombre a "Paolo" y la nacionalidad a "Italiana."
Grazie mille, ma non grazie.
No se recibió respuesta del porco "Home Company."

Registro 7: A 18 días del plazo.
Segunda cita.
Se vio una habitación sin muebles.
Ni lampara en el techo.
Ni pintura en la pared.
Nein danke.
Me dirigí a sede del "Home Company."
Rechazado por falta de contrato con universidad.
Requisitos de vivienda: con internet, acompañado por mínimo dos personas más, en un lugar céntrico, con muebles.

Registro 8: A 16 días del plazo.
Empezó preocupación por no recibir respuesta de los 15 correos electrónicos enviados el día anterior.
¡Porco correo electrónico!
Se descubrió que las viviendas en Alemania por lo general no vienen con muebles.
Se llamó a cita #1, que por lo menos tenía muebles.
Rechazado, al estar la habitación ya ocupada.
Armado de valor (o dominado por el terror), se empezó a realizar llamadas.
Hallo, sind Sie ?
Und... sprechen Englisch? Oder Spanisch?
Yeah, I'm interested in the room you're offering, is it still available?
Me dirigí nuevamente a "Home Company", con documento impreso de internet.
Fui aceptado.
Salí decepcionado, ya que la secretaria no encontró vivienda alguna.

Registro 9: A 14 días del plazo.
Cansancio por tanto rechazo, luego de tres citas más fallidas, y diez llamadas fracasadas.
Se vio problemático el hecho que personas que alquilan sitios por lo general quieren que uno se quede más de tres meses.
Empezó a ser evidente la poca cantidad de opciones disponibles.
Requisitos de vivienda: con internet, acompañado por alguien (cualquiera), en un lugar céntrico, con muebles, que me acepte por tres meses.

Registro 10: A 12 días del plazo.
Se regresó a "Home Company." No se obtuvo nada.
Instalación en centro de trabajo al 100% (¡se demoran en copiar llaves!).
Se gastó 25 euros en llamadas sin resultado.
Se buscó formas de elevarse la moral.
Preocupación incrementó al notar la preocupación del jefe y compañeros de trabajo debido a la situación.
Requisitos de vivienda: con internet, acompañado, que me acepte por tres meses.

Registro 11: A 10 días del plazo.
Se entró en crisis nerviosa.
Requisitos de vivienda: que me acepte por tres meses, ¡yo me las arreglo después!

Registro 12: A 7 días del plazo.
Llamado por teléfono, pero se perdió la llamada. Se recibió mensaje de voz.
Se descifró el número de teléfono para acceder a buzón de voz.
Se escuchó mucho alemán, sin tener la mas mínima idea de la situación.
Se recibió ayuda de compañero de trabajo, averiguando que el mensaje era del "Home Company".
Se llamó al "Home Company."
Se averiguó que no me tienen en el registro.
Me ofrecí ir a arreglar la situación al día siguiente, pero secretamente se les mandó a volar.
Se recibió oferta de un sofá en la casa del jefe.
Se recibió oferta de un sofá en la casa de un compañero de trabajo.
Se recibió oferta de un sofá en la casa de unos amigos de la secretaria del jefe.
No se quiere un sofá. Se miraron carpas y se buscó un parque.

Registro 13: A 5 días del plazo.
Se consiguió cita en un piso en barrio céntrico.
Se descubrió que el piso estaba amoblado.
Se comprobó que el piso tenía acceso a internet.
Se rezó un Ave María.
Se averiguó que el piso sería compartido con una profesora universitaria italiana.
Pregare un Padre Nostro.
Se fue aceptado por sólo tres meses.
Se llegó a un acuerdo, y se acordó una fecha para la mudanza.
Se bailó la conga.

Sumilla:
Cantidad de tiempo tomado: 25 días.
Cantidad de correos electrónicos enviados: alrededor de 30 - 40.
Cantidad de correos electrónicos que se volvieron citas: 3.
Cantidad de llamadas realizadas: 24.
Cantidad de llamadas que se volvieron citas: 4.
Cantidad de pelo perdido por el estrés: igual al perdido en todo el 2007.

sábado, 4 de octubre de 2008

Ich bin Herr Jones!

09/03/2008

Luego (nach) de mi experiencia en Padova, y ahora con mi recientemente iniciada experiencia en Würzburg, me veo en la obligación de contrastar la forma en que los italianos y los alemanes hacen las cosas.

Con los italianos nunca me llegué a comunicar antes de mi visita. Creo que mi tutor de tesis les mandó un correo avisándoles que día (tag) llegaba, pero los demás detalles de mi viaje (como, por ejemplo, dónde me iba a hospedar) eran completamente desconocidos para ellos. Ahora que lo recuerdo, en Karlsruhe me encontré casualmente con il Maestro un (eins) mes antes de mi viaje a Padova. Él me preguntó si me faltaba algo, pero para ese momento ya tenía todo arreglado. Claro, faltaba un mes para el viaje, ¡definitivamente tenía que saber dónde iba a vivir!

En el caso de los alemanes, la cosa ha sido diferente. Ellos me contactaron tres (drei) meses antes, preguntándome qué necesitaba. Fue excelente, ya que me estaba siendo imposible encontrar hospedaje en una residencia de estudiantes (students) (¡todo está en alemán!). Ellos en poco tiempo me consiguieron alojamiento por un mes, y junto con el contrato, me enviaron por correo un mapa turístico de la ciudad, junto con indicaciones adicionales sobre cómo llegar a la universidad (Universität). Spettacolare. La fama de los alemanes con respecto a su organización se confirmaba. No sólo eso, pero Werner Porod, con quien voy a trabajar aquí, me dijo que me iba a recoger de la estación de tren a mi llegada, para asegurarse que no tuviera problemas. Yo (Ich) no lo podía creer, casi lloro cuando me enteré.

El viaje a Alemania no estuvo mal. Luego de mi experiencia con la porca Iberia, decidí tomar Air Berlin. Esta me permitía llevar 30 kg de peso, y tenía todas las reglas muy claras en su página de internet. Ahora, siendo una aerolínea alemana, era necesario hacer una escala en la ciudad española mas importante para los alemanes: Palma Mallorca.

El aeropuerto (Flughafen) de Palma Mallorca es interesante. Es evidente que los veraneantes alemanes son una fuente de ingreso muy importante para esta isla mediterránea. Todos los anuncios, además de estar en español e inglés, están en alemán. Y en los restaurantes todos aparentemente saben alemán, lo cual es impresionante en España, donde es difícil encontrar alguien que quiera hablar inglés. Y no sólo eso, para mi oído (entrenadísimo), ¡era un alemán con muy buen acento!

Ahora, para desgracia de Werner, mi llegada a Alemania fue tormentosa. Aparentemente hubo una mega-tormenta en Frankfurt (donde llegaba mi vuelo), y tuvimos una demora de como dos (zwei) horas y media. Al final, en vez de llegar a Würzburg a las 7 (sieben) pm, llegue a las 10 (zehn). Lo peor es que nunca le pude avisar a Werner, porque poco tiempo después del anuncio de la tormenta nos hicieron subir al avión... inicialmente pensé que era porque íbamos a salir, pero no, lo que querían era tenernos a todos adentro, para que el avión saliera lo mas rápido posible una vez terminara la tormenta.

Así que nos tuvieron dentro del avión, sin despegar, pasando, entre otras cosas, dibujos de Mickey Mouse y el pato Donald, por hora y media. Porco Walt Disney...

Mi primera semana no ha tenido mucha novedad. Tomar el bus el primer día fue terrible. El metro alrededor del mundo es más o menos estándar, pero los sistemas de bus varían mucho. En España uno puede comprar tickets de bus en el mismo bus, o en quioscos. En Italia sólo en quioscos, y de vez en cuando en ciertos buses particulares. En Perú no hay tickets. En Alemania no sabía cómo era el sistema. Werner me había indicado dónde estaba el paradero del bus, y me indicó en qué dirección se encontraba la universidad, pero nada más... así que ese primer día me ubiqué en el paradero respectivo, con mucho valor.

Pasó el bus. Subí.
"Hallo! Eine ticket per Universität, bitte."

El chofer me miró. No dijo nada.
"Universität? Zentrum?"
(Esas eran las palabras que aparecían en mi mapa)

El chofer me volvió a mirar, y apuntó a la acera opuesta. Enérgicamente.
Creo que era mudo, el pobre chofer. No le pregunté.

Al bajar, miré hacia donde me había apuntado. En primer plano, se encontraba el otro paradero del bus. Y en segundo plano, el Studentenhaus, un edificio administrativo de la universidad para los estudiantes. Miré de cerca el paradero opuesto. No había máquina de tickets.

Asumí entonces que me había apuntado hacia el Studentenhaus, y que ahí encontraría una máquina de tickets. Entré, y luego de pasar una que otra vergüenza, me dijeron que no (nein!), que la máquina de tickets más cercana estaba en otro lado. Por coincidencia, el sitio donde estaba la máquina se encontraba en la misma recta entre el paradero y el Studentenhaus (solo que más lejos), así que el mensaje del pobre chofer mudo seguía siendo consistente.

La persona con quien hablé allí me dio ánimos: "¡En la máquina de tickets uno puede escoger el idioma!" Al llegar, en efecto, había un botón para cambiar los idiomas. Al apretar el de inglés, la pantalla cambio de "whatever" a "Please, choose your ticket."
Y proseguía la lista de los cincuenta (funfzig) tickets que uno podía comprar. Todos en alemán.

Hora y media luego de mi primer intento, me encontré nuevamente en el paradero, con un ticket que no se a dónde me llevaría, pero con un ticket al fin y al cabo. Pasó el bus, y subí.

Le enseñé mi ticket.
"Hallo! Universität? Zentrum?"

El chofer me miró. Pero este sí respondió. Apuntó en la misma dirección que el pobre chofer mudo (también enérgicamente), y dice:
"The other bus stop!"

Genial.

Por otro lado, para aquellos que me dijeron que tooooodos los alemanes hablan inglés... ¡no es verdad!
Al llegar aquí, me vi obligado a ir donde un odontólogo (kieferorthopaedisch). El día antes de partir de Valencia, un Twix malévolo despegó ligeramente el semi-aro que tengo detrás de los dientes. Estas cosas por lo general son carisímas, pero no me quedaba otra.
Llegué a un consultorio, me acerqué a la secretaria, y le dije:

"Sprechen Englisch?"
"Nein!"

Me puse pálido.
"Sprechen Spanisch?"
"Nein!"

La desesperación se apodero de mi.
"Sprechen Italianisch????"
"Nein!!!"

Me retiré, derrotado.
Por suerte, en el segundo consultorio sí sabían inglés.
Es más, me enteré que la odontóloga tenía un colega peruano.
Y que ella había estado en Lima.
Y la verdad, no sé qué tan bien le habría ido en Lima, ¡pero al final no me quiso cobrar niente por el servicio!
Luego de insistir, decidí escapar del lugar lo más rápido posible, antes que cambiara de opinión.
¡Compadre, no sé quién habrás sido, pero gracias por dejarle tan buena impresión de los peruanos a esta señora! ¡Maestro!

Luego de esto, he decidido darle un poco mas de seriedad a mi aprendizaje de alemán. Y ahí voy. Ya sé contar. Ya sé presentarme (freut mich!). Ya sé pedir la cuenta en un restaurante (ich mochte zahlen, bitte). Y sí, tal vez mi acento sea el de un Nazi en pelicula de Mel Brooks, pero lo intento, ¡en serio!

Aquí los dejo. Actualmente busco un sitio dónde vivir, ya que este hospedaje me lo dieron por un mes nomás. Así que nada, si conocen a alguien en el flamante Würzburg, y necesita un compañero de piso, ¡¡¡pásenle la voz!!!

Tschüss!