lunes, 22 de diciembre de 2014

La Física de las Tortugas Ninja

https://flic.kr/p/59tg7S
Esto es lo que pasa cuando me mandan a diseñar problemas de física.

En el curso IFU le piden a los docentes que propongan preguntas para las prácticas y los exámenes. En total, hay cuatro prácticas, por lo cual se me ocurrieron las siguientes cuatro preguntas.
 
No esperen el solucionario.



Práctica 1: Vectores, magnitudes y unidades.

La tortuga ninja Rafael decide usar la ayuda de April O'Neil para rescatar a sus hermanos de las garras del maquiavélico Shredder. Para esto, ambos toman caminos distintos, con el fin de llegar a su guarida.

April O'Neil avanza 28.28 km, con un ángulo de -45º con respecto al Este. Siguiendo el intrépido plan, gira 75º en sentido antihorario, y avanza 34.64 km. Finalmente, gira 60º en sentido antihorario, y avanza 32.68 km para llegar a la tenebrosa guarida de Shredder.

Rafael, en cambio, avanza 21.21 km, con un ángulo de 45º con respecto al Este. Luego, gira 45º en sentido horario, y avanza 14.80 km. Al final de este recorrido, se encuentra con una patrulla de ninjas del Foot Clan, y se ve forzado a girar 60º en sentido antihorario, avanzando 28.87 km.

a) ¿A qué distancia del origen se encuentra la guarida de Shredder? (1 pto)
b) ¿A qué distancia se encuentra Rafael de la guarida? (2 ptos)
c) ¿Cuánto debe girar Rafael, y en qué sentido, para dirigirse directamente a la guarida? (1 pto)

Práctica 2: Movimiento con velocidad constante.

Luego de ser rescatados, las tortugas ninja escapan de la siniestra guarida de Shredder en un automóvil, conducido por Donatello. Este automóvil es perseguido por el desquiciado Baxter Stockman, enviado por Shredder para detener el temerario escape.

Las velocidades del automóvil y de Stockman están descritas en las figuras mostradas.

a) Convertir las unidades de velocidad a metros por minuto. (0.5 puntos)
b) Sabiendo que ambos partieron del mismo punto, escribir las ecuaciones de movimiento para el automóvil y para Stockman, desde t=0 min hasta t=60 min. (1.5 puntos)
c) ¿En qué se diferencia el desplazamiento de Stockman entre t=11 min y t=20 min, y el desplazamiento entre t=32 min y t=39 min? (1 punto)
d) Luego de moverse, Stockman descubre que el brillante Donatello lo había engañado. Mientras Stockman se dirigió hacia el Este, el automóvil se dirigió hacia el Norte. Escribir la posición final de Stockman y la de las tortugas en t=60 min, en términos de vectores, y obtener la distancia que los separa. (1 punto)





Práctica 3: Dinámica sin fricción

Al llegar a su base de operaciones, la tortuga ninja Michelangelo no escucha los consejos de su sabio maestro, y decide salir por una pizza. Para su desgracia, la astuta Karai lo esperaba con una trampa en la entrada de la pizzería.

La figura muestra el sistema utilizado por Karai para capturar a Michelangelo. El sistema se basa en una jaula de 40 kg colocada en el punto B, a una distancia horizontal de 5 metros con respecto a la entrada de la pizzería. La jaula está atada a un peso M, de modo que la distancia horizontal entre los puntos B y C es de 10 metros. Asimismo, Karai diseña la trampa tal que la longitud de la cuerda entre los puntos A y B sea de 52 metros, mientras que la longitud de la cuerda entre B y C sea de 20 metros. A la izquierda del punto A, ella debe jalar de la cuerda con una tensión TK, de modo que se mantenga horizontal.

Karai arma la trampa y espera a que Michelangelo pase. Durante ese momento, todo el sistema se encuentra en equilibrio estático. ¿Se dará cuenta Michelangelo de la trampa?

a) Determinar los ángulos que tienen las cuerdas AB y BC con respecto a un eje vertical (1 pto).
b) Obtener la fuerza con la que Karai debe jala la cuerda. (1 pto)
c) Obtener la masa M que permite al sistema permanecer en dicha configuración. (1 pto)



Práctica 4: Dinámica con fricción

Ha llegado el momento de la batalla final, y la tortuga ninja Leonardo se enfrenta heroicamente al malvado Shredder en una lucha de proporciones épicas.

En un momento de la batalla, Leonardo fuerza a Shredder a ubicarse en la base de un plano inclinado, como se muestra en la figura. Leonardo se da cuenta de que si logra empujar a Shredder de la parte superior del plano, ganaría la batalla.

Shredder pesa 85 kilogramos, y tiene coeficientes de fricción estático μest = 0.4 y cinético μcin = 0.2 con respecto al plano inclinado. Leonardo ataca a Shredder aplicando una fuerza horizontal.

a) ¿Cuál es el valor mínimo de la fuerza que debe aplicar Leonardo para romper el equilibrio estático del sistema? (2 ptos)
b) Una vez que el equilibrio estático está roto, Leonardo sigue empujando a Shredder. Si Shredder parte del reposo, ¿cuál es la fuerza que debe aplicar Leonardo para que Shredder llegue a la parte superior del plano en 10 segundos? (2 ptos)


lunes, 8 de diciembre de 2014

Las Calles de Lima (2)

https://flic.kr/p/7EYXSJ
Tomamos un taxi, relativamente cerca a la PUCP. El chofer era un señor bastante mayor.

- Buenas noches, ¿a Miraflores?
- Quince.
- Hmmm, generalmente me cobran trece.
- Pero mire la hora, hay mucho tráfico.
- Okey, está bien.

Subimos al taxi.

- Estamos yendo a la calle Alcanfores, tal vez convendría entrar por la Vía Expresa.
- Pero hay mucho tráfico por ahi.
- Bueno, si Ud conoce...

Sonó el celular del viejito.

- Un momento, por favor.
- Sí, adelante.

El chofer tomó el celular, y empezó a conversar mientras conducía. Evadía otros autos, manejando con una sola mano.

- ¿Aló? ¿Aló? (...) Hola, ¿qué tal? (...) Sí, ya estoy bien. (...) Sí, me hicieron la prueba de Holter. (...) Sí. (...) Sí. (...) Hace dos días salí del hospital. (...) Claro, ya puedo mover las piernas, los brazos también. (...) Sí, todo bien, gracias por llamar. (...) Chau.

El viejito guardó su celular.

- ¿Decía?
- No, no, nada... no decía nada.

jueves, 13 de noviembre de 2014

Las Calles de Lima (1)

https://flic.kr/p/9ECk3B
Era de noche. Luego de mis labores, encontré una combi suficientemente vacía que me llevara a casa. Milagrosamente encontré un asiento libre, me senté, saqué un paper de mi mochila, y me puse a leer.

Pocos minutos después de esto, escuché una voz:

"¿Tú qué haces aquí?"

Levanté la mirada. Era el cobrador de la combi. Me miraba con curiosidad.

Me había preguntado qué hacía aquí. Interesante. Buena pregunta.

¿Qué estoy haciendo? ¿A dónde voy? ¿Estoy contento en Lima? ¿Me he adaptado? La verdad, tengo tanto trabajo que no llego a darme el tiempo de preguntarme todo esto. Supongo que sí. Supongo que esto es lo que siempre quise, seguir avanzando, aportando al desarrollo científico del país, de una forma u otra.

¿O acaso el cobrador acababa de tener un momento místico, y se había conectado con un ser semi-divino que me quería decir que mi destino era otro? ¿Tal vez nunca debí ser físico? ¿O debí haber cambiado de especialidad, y dedicarme a estudiar el cambio climático? ¿O tal vez sería más útil para la sociedad en una consultora?

Estaba confundido. Necesitaba una aclaración.

"¿Perdón?," le respondí.

El cobrador me sonrió. "Tú eres extranjero, ¿no?"

Seguía confundido. "Eh, no, soy peruano."

"Ah, pensé que eras extranjero."

Y se fue.

sábado, 11 de octubre de 2014

Introducción a la Docencia Universitaria

http://facultad.pucp.edu.pe/generales-ciencias/
Pos na, empecé mi vida como profesor a tiempo completo (TC) en la PUCP. Con esto empieza una época dizque de estabilidad, en la que la idea es llevar adelante la física en el Perú, junto con otros físicos de esta universidad.

Ha sido un inicio complicado. Un TC debe dictar unas diez horas a la semana que, aunque parezca poco, resulta ser un huevo. Junto con la preparación de clase, el diseño de evaluaciones y las correcciones, deja muy poco tiempo para investigar. Pero yo sabía que iba a ser de esta manera, así que no me puedo quejar.

¿Qué estoy dictando? ¡Gracias por preguntar!

¿Uh? ¿Alguien preguntó? Me huele que este güey va a empezar a hablar consigo mismo otra vez...

Este semestre me ha tocado un curso de Estudios Generales Ciencias (EEGGCC), otro de Pregrado en Facultad, y uno de la Maestría de Física. Exacto, todo el repertorio.

Mare meua, me huele que este post va a ser laaaargo... Seguro que ahora nos empieza a contar sobre cada curso...

El curso de EEGGCC se llama "Introducción a la Física Universitaria." Se trata de un curso de nivelación para aquellos que no recibieron una formación apropiada de física en el colegio, pero que se supone tienen la aptitud para volverse ingenieros, físicos, químicos o matemáticos.

¿No les dije?

El curso de Facultad es "Seminario de Física," que tiene como objetivo que los alumnos se familiaricen con la lectura de papers científicos, así como aprender a exponer temas científicos. Decidí que nos concentraríamos en el Teorema de Noether.

¿Y ahora cómo salimos de aquí?

Finalmente, en Maestría me estoy encargando de "Temas Avanzados en Altas Energías 2," donde estoy reproduciendo el curso de Supersimetría que seguí en Cambridge (con algo más de fenomenología). Debo admitir que es un reto dictar a niveles tan distintos, donde la forma de transmitir los conocimientos cambia drásticamente.

¿No se suponía que este blog era gracioso?

De todos los cursos, el que me exige una mayor auto-evaluación es sin lugar a dudas el primero, IFU. Esto básicamente debido a que no puedo simplemente dar la clase y seguir con mi vida. Al ser un curso de nivelación, uno debe estar constantemente cuestionando su forma de dictar el curso, ya que los alumnos no necesariamente están acostumbrados al estilo universitario de buscar información por si mismos. De la misma manera, no han adoptado necesariamente la disciplina requerida para sobrevivir en la universidad.

Esto es normal, son cosas que todos aprenden con el tiempo, pero de todas formas obligan al profesor a pensar en estrategias sobre cómo manejar la clase, cosa que no tiene que pasar en niveles más altos.

No quiero imaginar cómo fue la primera vez que dictaste este curso...

La primera vez que dicté el curso, mi estrategia era sencilla, dar la clase y ya está. Había mucha investigación que hacer, y poco tiempo para hacerla. Pero eso no fue una buena idea. A veces me daba la impresión que faltaba poco para que me tiraran piedras.

¿Así como ahora?

https://flic.kr/p/722RT2


Así que estoy cambiando. Además de re-evaluar cómo digo las cosas, y a qué cosas le pongo énfasis, también estoy empezando a poner reglas firmes en la clase. Mi forma de ver la docencia universitaria sugería que no era necesario imponer reglas, ya que si los alumnos querían pasar el curso serían suficientemente responsables como para tener una conducta apropiada dentro de la clase.

Craso error.

Eso te lo podría haber dicho cualquier persona, oe.

Este semestre he empezado prohibiendo el uso de cualquier tipo de dispositivo electrónico en el salón. En principio, uno podría usar su laptop para tomar apuntes y tal, pero generalmente tener la laptop ahí lleva a que empiecen a chatear en plena clase. Así que esta vez, están prohibido los celulares, tablets y demás.

Debo admitir que llego a divertirme con la prohibición. Si veo a alguien mirando su teléfono, interrumpo lo que estoy diciendo con un fuerte "¡Guarda tu celular!" Por supuesto, espanto a toda la clase en el proceso. Súper divertido. Y saludable, supongo, con el susto les hago ejercitar su sistema circulatorio. Deberían agradecérmelo.

¿Y como va a hacer esto que no te tiren piedras al final del semestre?

Ahora, tampoco quiero ser ogro. Pueden portar el teléfono consigo, lo único que no deben hacer es usarlo. Muchos incluso aprovechan y lo dejan cargando durante la clase, en una mesita al lado del ingreso al salón.

No obstante, la otra vez esto me llevó a problemas. Estaba dando mis clases tranquilamente, y en eso empezó a sonar una canción. Era una de esas canciones románticas que generalmente requieren una inyección de insulina después de escucharla. Luis Miguel, o algún otro de esos que son populares entre la juventud. Qué se yo.

Iba a meter un chiste con Arjona, pero mejor no.

La cosa es que el móvil empezó a sonar en plena clase. Y la música no paraba. Descubrí que era de uno de los teléfonos que estaban cargándose en la mesita. Miré a la clase, y ellos me devolvieron la mirada con un "no es mío" colectivo.

Chesss....

El teléfono era de una persona que había decidido no volver a clase después del descanso.

¿Tienes muchos alumnos que deciden hacer eso, no?

La pregunta era, ¿qué hacer? Se me vinieron a la mente los videos de YouTube que he visto, donde el profesor rompe el celular frente a los espectadores. ¡Qué buena idea! Sería genial. Sería épico.

Sería la excusa perfecta para que te lancen piedras.

Tomé el celular. Seguía la cancioncita de Luis Miguel. Miré a los alumnos. Ellos, inocentes, no sabían lo que iba a venir.

https://flic.kr/p/uscyM

Pero decidí no hacerlo. Arrugué. Así que nada. Abrí la puerta, saqué el móvil, y lo dejé afuera. Listo.

Que decepción, hombre, y yo que pensaba que este post se estaba poniendo interesante...

Seguí la clase como si nada hubiera pasado. Algunos alumnos se escandalizaron. Me miraban con caras de "¡Qué vergüenza! ¿Y si se llevan el celular?"

Pero ahí no terminó la cosa. A pesar de haber dejado el celular afuera, la música sonaba tan fuerte que no podía seguir con la clase. Los alumnos miraban distraídos por la ventana, a ver qué onda con el celular.

Había que tomar medidas más drásticas. Abrí la puerta de golpe, y cogí el celular. Por supuesto, como abrí la puerta de golpe, esta decidió devolverme el favor, y me golpeó la cabeza al agacharme por el condenado teléfono.

Yo hice como que no pasó nada. Fácil ni se dieron cuenta. Jones dignidad.

¿Qué cosa? ¿Después de más de cien posts hablando de tus estupideces te preocupas por tu dignidad?

Miré el móvil. No había forma de apagarlo. Luis Miguel estaba llegando a su mayor éxtasis en la canción, pero definitivamente no quería escucharlo. Ni modo. Lo lancé lejos de la puerta, a ver si alguien lo veía y decidía llevárselo.

Y eso. Cerré la puerta, y la situación mejoró. Di mi clase, y mis alumnos llegaron a aprender en qué consiste la aceleración debido a la gravedad.

Espero.

Una hora más tarde, salí de la clase, exhausto como siempre. Y el celular había desaparecido.

Oops.

¿No les dije que iba a ser largo?

sábado, 6 de septiembre de 2014

Los Personajes

https://flic.kr/p/6X5wfz
Este post va dedicado con mucho cariño a los fans de The Big Bang Theory.

Aquellos que hayan leído mis instrucciones para llegar al laboratorio de Frascati podrán intuir que estoy familiarizado con los juegos de rol. En efecto, empecé literalmente el siglo pasado, y a pesar de que lo he dejado muchas veces, siempre termino regresando. Encuentro fascinante cómo este tipo de juegos permite imaginar la historia de un personaje, tomar sus decisiones, y verlo crecer y desarrollarse.

Ahora que estoy de vuelta en Lima, me he juntado con mi viejo grupo de amigos, y estamos por empezar una nueva campaña. He diseñado un personaje nuevo, y esto me ha hecho pensar en todos los personajes que he creado a lo largo de la historia. Me he dado cuenta que analizar estos personajes podría ser el sueño de todo psicólogo, así que vamos a recordarlos por un momento....

Mi primer personaje fue creado en 1999, si no mal recuerdo. Era un paladín, una especie de caballero santo, de nombre Usul Vernius. El nombre de mi personaje venía del nombre secreto de Paul Muad'Dib, el protagonista de los libros de Dune. El apellido venía de otro personaje de la precuela a los mismo libros, que en esa época estaba leyendo (y que no recomiendo por nada del mundo).

Usul era descendiente de los gobernantes del reino de Caladan, que había desaparecido misteriosamente. Viajaba para encontrar dicho reino, y por supuesto, gobernarlo.

Este personaje... pucha, la verdad es que el pobre Usul era un lornaza. Y me refiero al personaje, no a mi, ¿ok? Descubrí en poco tiempo que en ese mundo resultaba un poco frustrante ser el buenote que sigue las reglas, especialmente cuando el resto está aprovechando el juego para hacer lo que en el mundo real no se puede hacer.

Eso sí, Usul tuvo sus momentos épicos. Recuerdo una batalla, en la que un tipo malvado se resbaló y cayó en una especie de fosa sin fondo (en estos mundos de fantasía existen las fosas sin fondo, sin que haya lava hirviendo saliendo de ellas). Usul no lo pensó dos veces, y arriesgando su propio pellejo, se lanzó y logró coger al villano del brazo mientras caía. El malvado, viendo la bondad de Usul, consideró cambiar sus malos hábitos.

Ni Superman, pues.

https://flic.kr/p/3z2T5

El siguiente personaje apareció cuando estaba por terminar la carrera. Se llamaba Kurei, así, sin apellidos. El nombre era una mezcla de Kurama y Hiei, unos personajes de una serie de animación japonesa que estaba viendo en ese momento. El tipo era una especie de samurai capaz de usar magia, que me había inventado después de ver alguna otra serie de animación japonesa (en esas épocas mis gustos eran medio monotemáticos).

Kurei era más interesante que Usul. De personalidad huraña, despertó un día en una cápsula, sin recordar nada más que dos cosas: una imagen en donde guiaba un ejército en contra de algún enemigo, y luego otra imagen en la que él se enfrentaba a su mismo ejército. Su búsqueda se resumía en entender qué significaban estos recuerdos, y averiguar su pasado.

Lamentablemente, el pobre Kurei generalmente terminaba como saco de boxeo, lo cual lo dejaba aún más huraño.

Luego empecé el doctorado, y no volví a jugar por mucho tiempo. Empecé nuevamente en Roma, donde construí a Johann Marlowe. El nombre se basó en J. W. Goethe y Christopher Marlowe, quienes escribieron sobre Fausto, aquel académico que hizo un pacto con el diablo. Este personaje era un sorcerer.

Johann Marlowe era malvado. Terriblemente malvado. Pero tenía su juego de reglas que seguir, de modo que pudiera vivir en la sociedad. Esto lo debo haber sacado inconscientemente de la serie Dexter... pero bueno, Johann era realmente un demonio, quien fue castigado por su Dios Maligno y convertido en un puny human. Este personaje me encantó, su misión era volver a ser un demonio, y por supuesto, no podía ir por el mundo contándole a todos lo que quería hacer.

Esto estuvo muy bien, hasta que su amigo paladín se dio cuenta de sus intenciones y, bueno, ninguno salió muy bien del asunto.

Ahora, si ven estos personajes, supongo que cualquier psicólogo podría sacar algún perfil de la evolución de mi personalidad, y tal y cual. Empecé con Usul, un tipo bastante inocente y bienintencionado. Luego, con Kurei, empezó la búsqueda del pasado, el intento de descifrar quién es uno mismo. Luego, terminé con Johann, y ahí ustedes pueden sacar sus conclusiones.

Pues nada, ¿a qué viene todo este rollo? Pues que mañana me voy a juntar nuevamente con mis amigos, y diseñé un nuevo personaje. Y una vez que terminé de diseñarlo, me di cuenta de todo esto sobre la evolución de la personalidad.

¿Y por qué me preocupo?

Pues he creado a un tipo llamado Geppetto Berlusconi. El nombre por el carpintero, ya que mi personaje es un inventor. El apellido, evidentemente por el político italiano, ya que mi personaje es un gnomo púrpura.

¿Qué onda con Geppetto? Pues nada, es un gnomo que está llegando a la vejez, y antes de cumplir los 150 años quiere viajar por el mundo, tener aventuras, y encontrar a su nieta perdida.

¿Mi subconsciente me dice algo? Nuevamente, ustedes pueden sacar sus propias conclusiones.

http://www.theguardian.com/world/gallery/2011/feb/16/silvio-berlusconi-italy#/?picture=381563703&index=10

viernes, 1 de agosto de 2014

Introducción a la Aerofobia

https://flic.kr/p/6g4WVP
Pos na. Estaba listo para partir. Había logrado empacar todo en tres maletas, y había regalado lo poco que no podía llevar conmigo. Nuevamente, era hora de dejar Valencia.

Llegué al aeropuerto mucho más temprano de lo necesario, y luego de ser asaltado por Iberia (para variar), logré chequear mis tres maletas. Esta vez no quería hacer un drama, y en vez de mandar mensajes de texto de despedida a todos mis amigos cercanos, me quedé leyendo y pensando en otra cosa.

Fue entonces que anunciaron el embarque de mi vuelo. Pos na. Vamos a Perú, familia. El avión era pequeño, de esos que tienen hélices grandes en las alas. Embarqué, coloqué mi equipaje de mano, botella de horchata, y botella de mistela en el compartimento apropiado, y esperé al despegue. Esta vez, no habría drama. Sabía que volvería a Valencia.

El vuelo salió sin problemas, y tuve la suerte de tener la ventana en una ubicación apropiada para darle un vistazo más a la ciudad. Ahí estaba mi río Turia, ahí estaba mi Bioparc, mi Campanar, mi estación de autobuses, mi Ruzafa, mi plaza de toros, mi Plaza del Ayuntamiento, mi Miguelete, mi Barrio del Carmen, mis Torres de Serrano, mi piso, mis Jardines de Viveros, mi Mestalla, mi Ciudad de las Artes y Ciencias, mi playa, mi puerto, mi Mediterráneo, mi Albufera...

Mi Valencia.

Pero no haría drama. Basta con el drama del 2010, cuando dejé la ciudad por primera vez. Suficiente. Decidí dormir un poco, así que apoyé mi cabeza en la ventana, cerré los ojos, y dejé que el ruido del motor me adormezca.

Habré dormido unos 15 minutos, cuando en eso sentí que el ruido del motor se detuvo. Me desperté inmediatamente, justo para sentir que el avión dejaba de volar en línea recta. Luego de una pequeña sacudida, empezamos a volar en diagonal. Esperando lo peor, miré por la ventana, y descubrí que la hélice en el ala se empezaba a detener.

Chesu.

Me mantuve en silencio. Aparentemente, no todos se habían dado cuenta que el motor se había detenido, y no quería empezar una histeria. Aparentemente, las azafatas sí se habían dado cuenta, y para distraer a la gente, empezaron a ofrecer los productos del Duty Free.

Vamos, o era para distraer a la gente, o era para exprimir los últimos euros que tuviéramos antes de morir.

Habrán sido cinco - diez minutos de pequeñas sacudidas, mientras el piloto aparentemente intentaba volar el avión con solo un motor. Parecieron cinco - diez años. Mientras tanto, evalué prender mi celular y enviar todos los mensajitos de texto que no había enviado una hora antes. Pero vamos, había decidido que no habría drama esta vez, así que me quedé quieto, y confié en el piloto.

Fue entonces que el piloto se dirigió a los pasajeros. Que teníamos una avería, hombre. Que nos regresábamos a Valencia.

Okey, mire usted, yo realmente quería regresar a Valencia, pero no era necesario cumplir mi deseo tan pronto.

La verdad, el regreso no fue traumático. Aparentemente el piloto había decidido ya regresar a Valencia desde que empezó la avería, así que aterrizamos muy poco tiempo después de su anuncio. Lo increíble fue que luego de aterrizar, pasó menos de media hora antes que nos embarcaran en otro avión.

A ver, ya sé que le dije que no era necesario que volviera a Valencia tan pronto, ¡pero por lo menos deme una hora para recuperarme del trauma!

https://flic.kr/p/8xScc1


Pos no. A volar otra vez. A un avión más grande, de esos que no tienen hélices grandes en las alas. Esta vez todos le prestamos atención a las indicaciones de seguridad. Y de ahí a despegar, y nuevamente a pasar por la despedida, mira, mi Turia, mi Bioparc, mi pucha que me malograron mi momento feeling, 'ta mare.

Tengo que admitir que, a pesar que esta vez no falló ningún motor, este vuelo fue tan traumático como el anterior. Porque no sé de dónde habrán sacado el avión, pero todo crujía. En la acelerada, crujió, en el despegue, madre mía si no crujió, al llegar a la altura máxima, crujió, todo el vuelo se la pasó crujiendo el condenado avión. Y con el trauma del vuelo anterior, pues uno no podía quedarse tranquilo. Uno empezaba a imaginar cómo usaría el asiento como planeador, y cómo usarlo para amortiguar el impacto, si es que en eso una de esas crujidas se ponía seria. Fue horrible.

Y la aterrizada... pucha. Como este avión era más grande, volamos más alto. Si ya con el avión pequeño empezábamos a aterrizar poco tiempo después de llegar a la altura máxima, en este caso empezamos a aterrizar muy tarde. Creo. Porque esa es la única explicación que le encuentro a los espantoso que fue el aterrizaje. Evidentemente íbamos muy rápido, el avión crujió como nunca, la rueda hizo un ruido que nunca antes había escuchado, y cuando giramos para cambiar de pista me sentí como si estuviera en una combi en carrera.

Fue entonces que entendí por qué la Supernena se vuelve religiosa cuando toma aviones.

Pero llegamos a Madrid. Vivos. Pálidos, con el estómago hecho trizas, con ganas de ir a comprar rosarios, pero vivos.

Anyway. Ahora me encuentro en Perú. En la PUCP. Contratado y todo, y empezando a dar clases a fines de Agosto. La aventura europea realmente acabó, y gracias a Diosito lindo logré llegar a Lima vivito y coleando, para empezar así la nueva aventura peruana.

Ya les cuento.

jueves, 10 de julio de 2014

El Guiso de Lentejas y el Método Científico

https://flic.kr/p/ebP2U8
"Tienes que probar mis lentejas, son famosas," le dije.

A ver. Yo, la verdad, no cocino mucho. Mi repertorio se restringe a menos de diez platos. Pero algo seguro es que aquellos platos que sí sé hacer, me salen bastante bien. Modestia aparte.

La última vez que Andrea estuvo por Valencia, le preparé mi pollo con salsa de mostaza. Y parece que le gustó. Así que nada, aprovechando que volvía a pasar por la ciudad, decidí que era hora de que probara mi guiso de lentejas. El único problema era que yo estaría asistiendo a la conferencia ICHEP, así que no tendría mucho tiempo para cocinar nada. Luego de considerarlo un momento, pensé que lo ideal sería preparar las lentejas antes de que ella llegara, y las calentaríamos apenas tuviéramos una noche libre.

La preparación fue exitosa. Le invité un poco a mis compañeros de piso, y confirmamos que el plato había salido bien. Separé una porción grande, y la metí inmediatamente en el refrigerador. Chévere.

Andrea llegó, y bueno, nos demoramos un poco en tener una noche libre. Al estar con ICHEP pendiente, salieron varias propuestas para cenar en la calle, y recién le prestamos atención al plato el lunes, cinco días después de la preparación. Saqué el guiso, y lo separé en dos porciones. Sobró un poco, que volvió al refrigerador, y el resto fue recalentado. Lo serví, y esperé a que me diera su opinión.

Su reacción inicial fue extraña. Por lo general la gente no espera mucho de mi cocina, y se sorprende bastante luego de la primera probada. En su caso, lo probó, y se quedó en silencio. Volvió a probarlo, y no dijo nada. Yo no sabía qué hacer, e intenté un "¿Qué te parece el sabor?" Ella respondió que estaba bien, pero inmediatamente me preguntó qué ingredientes había incluido.

Mencioné un par de ingredientes, pero no le di mucha importancia a su pregunta. Ella insistió, "Veo unas cosas blanquitas, con forma de media luna...." Yo seguí sin prestarle atención, "será el ajo," respondí. Ella no estaba tranquila, "¿seguro que es el ajo? hay mucho," contraatacó.

Fue entonces que miré mi plato de cerca. Y efectivamente, había bastantes pedacitos blancos, todos con la misma forma, como media luna. "Es verdad," le respondí, "inicialmente, al verlo, pensé que eran pedazos de tocino, pero no lo son, seguro que es ajo." Ella me siguió mirando, "¿estás seguro?"

Con esto, entendí lo que me estaba diciendo. Me levanté de la mesa, y mientras me dirigía a la cocina, le dije "No son gusanos."

https://flic.kr/p/92GHxJ

Y no, no podían ser gusanos. Era cierto, eran todos pedacitos iguales, blanquitos, pero no eran gusanos. Seguro era ajo. Saqué la tabla de picar, puse un ajo, lo piqué, lo miré de cerca... y me di cuenta que las medias lunas no eran ajo.

¡Pero no podían ser gusanos! ¡No se estaban moviendo! Me negaba a creer que mi excelsa comida hubiera sido manchada de esa forma. Fue en eso que recordé que había sobrado una porción, que seguía en el refrigerador. Si esas medias lunas eran gusanos, entonces los encontraría vivos en la porción que no había recalentado. Saqué la porción, la miré de cerca, y encontré las medias lunas... y no se movían.

Esto me alivió, pero Andrea no estaba convencida. "No te preocupes," me dijo, "no es la primera vez que me pasa, ya antes he comido gusanos."

La verdad es que no supe cómo responder a esto, así que decidí no hacerlo.

Repasamos los ingredientes. No era ajo. Tampoco era cebolla. Menos el tocino. ¿Qué otra cosa había añadido? Tomates y pimientos... ¿podrían ser semillas de algunos de ellos? Miré las medias lunas de cerca nuevamente... no eran semillas.

¿Qué más? ¡Caldo de pollo! Tomé una de las pastillas, la trituré... y no encontré nada raro. ¿El pimentón? ¿El orégano? Igualmente, en los contenedores no había nada fuera de lo normal. Había también pasta de tomate, pero no tenía forma de comprobar que hubiera habido algún elemento extraño en ella. Pero vamos, la pasta de tomate viene en lata, y estas cosas duran mucho tiempo. "¿Y las lentejas," me preguntó Andrea, "¿las lavaste?" Yo le aseguré que había estado casi diez minutos lavando las lentejas, y que no había visto nada de gusanos en ellas.

Con esto, llegamos al final de la lista de ingredientes. Las medias lunas seguían sin ser identificadas. Miramos nuestros platos, y ninguno se atrevió a seguir comiendo. Pero el asunto no tenía sentido. Si los ingredientes estaban todos bien, y ni yo ni mis compañeros de piso habíamos visto ningún gusano cuando comimos las lentejas cinco días antes... eso significaba que los gusanos habrían salido del plato dentro de los cinco días que estuvo refrigerado... y no sólo eso, habrían salido y muerto al mismo instante, porque estas medias lunas no se estaban moviendo. ¿Qué demonios eran esas medias lunas?

Mi reflexión fue interrumpida por Andrea. "I'm sorry, Jones," me dijo, "Those are maggots." Se levantó con tristeza, llevó su plato a la cocina, y lo echó a la basura.

En ese momento, mi autoestima se fue al piso. ¿Era esto posible? Mi excelente plato de lentejas, ¿lleno de gusanos? Mientras escuchaba a Andrea lavar su plato y regresar a la sala, me quedé contemplando mi propio plato, preguntándome "¿por qué?".

Y entonces la vi. La lenteja. Esa lenteja. El pedazo de evidencia que necesitaba. Andrea se acercó para recoger mi plato, y le dije "¡Espera!" Tomé la lenteja, esa lenteja, y se la acerqué. La miramos de cerca. Y notamos que la lenteja, esa lenteja, no era un óvalo perfecto, como generalmente uno las imagina. Efectivamente, tenía una estructura no trivial. A un ladito de ella, asomándose tímidamente, salía una pequeña raíz. Tomé la raíz, la despegué de la lenteja, de esa lenteja, y vimos que la raíz era blanquita, con forma de media luna.

Andrea pasó hambre esa noche.

miércoles, 2 de julio de 2014

El Camino a Castro (Segunda Parte)

Recapitulemos. Luego de caminar aproximadamente unos 135 kilómetros, había llegado al pueblo de Castro. Mis canillas estaban agonizando, y no me pareció posible, ni saludable, seguir caminando hasta A Fonsagrada.

En el albergue de Castro, la hospitalera fue muy amable, y me llamó un taxi que me llevara hacia A Fonsagrada. Al llegar el taxi, encontré en él a La Familia Australiana, que aparentemente no andaban muy bien tampoco. Buen timing.

Llegamos juntos al albergue de A Fonsagrada, y nos dirigimos a la posta médica. Al yo tener la tarjeta sanitaria española, mi trámite fue más sencillo, y pasé al médico primero.

Yo seguía optimista, y le dije que esperaba poder seguir avanzando luego de uno o dos días de descanso. El me sentó, me examinó, y me dijo: "Tócate la pierna, ahí donde te duele."

Yo lo hice. Luego me indicó: "Ahora sube y baja la punta del pie."

Y fue entonces que me di cuenta de lo mal que estaba. Dentro de la pierna, sentía como si tuviera un serrucho metido. Krok krok. Krok krok.

Horrible, oye.

Diagnosticado con tendinitis, slash, tendinosis. O tenosinovitis, no sé, no le entendí la letra. Anyway, me recetó anti-inflamatorios, y mirándome con mucha pena, me dijo "De cinco a siete días de descanso."

No llegaría a Santiago.

La Familia Australiana no estaba tan mal. La Australiana Mayor tenía una ampolla infectada, mientras que La Australiana Menor tenía un poco forzado el tobillo. Dos días de descanso para las dos.

Así que nada, debía regresar a Valencia. Luego de una noche con mucho alcohol, en la que descubrí que este último funciona de maravilla como analgésico, tomé un bus con dirección a Lugo, acompañado por La Familia Australiana. De ahí saldría un tren hacia Valencia.

Lugo apestó. Literalmente. Luego de tres semanas de huelga de recogedores de basura, la ciudad estaba cubierta de inmundicia. A pesar que el no poder caminar me impediría ver la ciudad, la verdad es que verla así no era algo muy deseable, que digamos. Luego de un breve intermezzo en la oficina de información, donde la encargada no fue capaz de encontrar nuestra ubicación en un mapa, nos dirigimos al albergue.

En el albergue no esperaba encontrarme a nadie. Vamos, estaba en Lugo, había tenido que tomar un bus que me adelantara 50 kilómetros con respecto al resto. Pero me equivoqué. En el albergue estaba El Tío de Gafas, a quien conocí el primer día del camino. Este tipo había caminado 50 kilómetros más que todos, en la misma cantidad de tiempo. Era un monstruo.

Al verme cojear, ocurrió el segundo momento anime del Camino. Me preguntó si quería llegar a Santiago. Aparentemente, él conocía un masaje especial que "reparaba" tendinitis, slash, tendinosis. O tenosinovitis. Me dijo que los tendones estaban retorcidos entre ellos, y había que ponerlos derechos usando un masaje. Me dijo que durante el masaje sufriría como un perro, pero que podría caminar al día siguiente.

Lo miré un momento. Luego recordé que él mismo había sugerido que un oso me podría comer en la Ruta de los Hospitales. Así que sonreí, le agradecí la oferta, pero decidí no arriesgarme.

La noche del día siguiente, estaba ya en Valencia.



Es extraño, pero, a pesar del dolor en el orgullo, no me molesta tanto no haber llegado a Santiago. Por un lado, a pesar de no haber llegado, sí superé mi límite personal. Vamos, nunca antes había caminado cinco días seguidos, nunca antes había avanzado 135 kilómetros a pie.

No obstante, no es la superación personal lo que alivia mi frustración. Creo que es el hecho que no tenía ningún buen motivo para hacer el Camino, más allá del entretenimiento. Escuché de mucha gente que hacía el Camino para encontrar paz, para decidir qué hacer en el futuro, para entenderse mejor a sí mismos... yo no tenía ninguna motivación así de profunda. Es más, ya había hecho alguna vez una caminata más corta, y esa vez sí tenía mucho que pensar. Esta vez no, sólo se encontraba frente a mi el esfuerzo, y nada más.

Así que, por otro lado, tal vez haya sido bueno no haberlo terminado. Dejar esta puerta abierta, y venir a cerrarla la próxima vez que tenga que replantearme la vida, o tomar alguna decisión importante, o whatever.

No digo esto por las puras. A fin de mes ya estaré de vuelta en Perú, se supone que permanentemente. No me sorprendería que, de aquí a unos años, luego de haberme asentado al 100%, tenga dudas sobre mis decisiones, sobre mi elección de volver a Lima. De ser así, ¿qué mejor manera de disipar mis posibles dudas existenciales, que regresar a Castro, y retomar el Camino Primitivo?

Anyway. Se acabó mi aventura en el Camino, y con ella mi aventura en Europa. Es probable que la próxima vez que escriba sea desde Lima, en una aventura completamente diferente. Han sido casi nueve años desde que salí de Perú, y ha pasado muchísimo desde entonces.

A ver qué traen los próximos nueve años.

lunes, 23 de junio de 2014

El Camino a Castro (Primera Parte)

Estaba decidido. Tenía quince días libres, y quería usarlos caminando. Compré billetes de avión de Valencia a Oviedo, y de Santiago de Compostela a Valencia. Haría un Camino de Santiago, en particular, el Camino Primitivo.

La verdad es que no me quería preparar mucho. Quería enterarme de los detalles durante el camino. Eso sí, la idea era caminar doce días, así que por lo menos tenía que enterarme de las etapas.

Ese fue el primer problema. Al mirar las etapas, descubrí que el Camino Primitivo es uno de los más difíciles de todos, y que se recomendaba hacer en trece etapas, no doce. Boh, me dije, vamos a ver qué pasa. En el peor de los casos hacía el camino en trece etapas, y me quedaba sólo una tarde en Santiago de Compostela. Kein problem.

Llegué a Oviedo con mi mochila, mi cámara de fotos, y poco más. A minimizar el peso. Me encontré allá con Jonatan y Johannes, compartimos una buena cena, y encontré el albergue. Ahí, me dieron mi credencial, me compré mi conchita de peregrino, y me preparé para salir.

Salí de Oviedo a las 6:30 de la mañana, con dirección a San Juan de Villapañada, cerca a Grado. Aproximadamente, caminaría unos 30 kilómetros y medio ese día. Mi primer encuentro fue con un señor mayor, a quien llamaremos El Holandés Venerable (yo sé que a ustedes les gustan los apodos). Aparentemente era bastante experimentado, y seguimos gran parte del camino juntos. Luego de un par de horas caminando, llegamos a un letrero indicando que faltaban 15 kilómetros para llegar a Grado. ¡Parecía pan comido!

Dos horas más tarde, descubrimos que los asturianos no saben calcular las distancias, ya que encontramos otro letrero indicando que faltaban 12 kilómetros para llegar a Grado. ¿Habíamos avanzado sólo un kilómetro y medio por hora? Cha mare.

El Holandés Venerable se detuvo a comer algo, así que lo dejé atrás. Luego me encontré con La Pareja Canaria, súper amables, y avancé con ellos hasta Grado. Ahí, mientras nos detuvimos pa almorzar, conocimos a El Granadino Deportista, y formamos un grupito de cuatro. Fantástico.

Al llegar al albergue de San Juan de Villapañada, descubrimos que El Holandés Venerable ya había llegado ahí. Aparentemente, sabía algo de teletransportación. Ahí mismo, encontramos a Los Tres Viejitos Comunistas, y al Tío de Gafas. Este último aparentemente conocía bien la zona, y había sido entrenador de no sé qué equipo de fútbol español, así que parecía saber lo que hacía.

Mientras conversábamos, salió el tema de hacer el Camino Primitivo en doce días. Y me hablaron de La Ruta de los Hospitales, algo parecido a los Paths of the Dead del Señor de los Anillos. Para llegar, debía cambiar mi ruta. El segundo día, debía avanzar 27 kilómetros, hasta Bodenayo, en vez de quedarme en Salas. El tercer día, debía avanzar unos 29 kilómetros, hasta Borres, en vez de quedarme en Tineo. El cuarto día, debía atravesar la temible Ruta de los Hospitales, saltándome una etapa, y llegando a Berducedo, luego de caminar 27 kilómetros más.

Sonaba razonable. El Holandés Venerable estaba encantado con la idea, y decidió seguirla también. El Tío de Gafas pensó que estábamos locos, y sugirió que podríamos ser comidos por algún oso al pasar por Hospitales. El resto decidió quedarse en Salas, y seguir el itinerario normal.

Al día siguiente, salimos a las 6:30, El Granadino Deportista, La Pareja Canaria, y yo. Avanzamos bien hasta Salas, donde nos detuvimos para comer, y esta vez descubrir que en Asturias se come demasiado. Luego de un breve encuentro con Los Viejitos Comunistas, me despedí de mi grupo, y seguí sólo hasta Bodenayo.

Por supuesto, al llegar a Bodenayo descubrí que El Holandés Venerable ya había llegado ahí. Les comenté sobre la teletransportación, ¿no? Esa noche, solo fuimos tres personas, estaba también La Profesora Inglesa, quien caminaba tres meses al año. Esta señora había empezado a caminar en el 2007, desde la frontera entre Bulgaria y Rumanía, y acababa de llegar ese año a Santiago de Compostela.

Sí, dije Bulgaria y Rumanía. Hasta Santiago de Compostela. Chequéenlo en un mapa. Es un huevo.

Johnny, la gente está muy loca.

A la mañana siguiente empezaron los problemas. Salí con El Holandés Venerable... y nos perdimos. Mal. Terminamos en un parque eólico, en la cima de una montaña. Si no me creen, acá está la fotaza:


Un poco alto, ¿no? Les dije que nos habíamos perdido mal. Por suerte, encontramos el camino de vuelta, aunque hubo que descender por más de una hora por una carretera. Fue entonces que empezaron los shin splints, un leve dolor a la canilla.

Habiendo encontrado el camino de vuelta, nos dirigimos a Borres. Y fue espantoso, no se lo recomiendo a nadie. El problema básicamente es que en el albergue de Borres hay muy pocas camas, y se arma una especie de carrera entre peregrinos para conseguir un sitio dónde dormir. Fue una etapa dura básicamente por el estrés de llegar temprano al albergue, empeorada por el habernos perdido.

La llegada al albergue fue... extraña. Fue un poco hostil, ya que todos habían corrido para llegar a las camas a tiempo. Fue una especie de momento anime, en el que los héroes entran a la arena y encuentran a todos sus rivales. Vamos, pongamos una musiquita [1], aunque sólo sirva para ambientar dos párrafos.

En este albergue, primero vimos a La Abuela Supersónica, jugando cartas con su nieto, Turbobebé. Detrás, andaban Los Tres Comandos, que parecían veteranos de guerra. Nos dimos la vuelta al escuchar a Los Chicos Testosterona, discutiendo no se qué con Die Alemanen Buenonden. De ahí, llegó El Canadiense Gigante.

Esta gente sabía lo que hacía.

Yo no le puse mucha importancia a mis shin splints, ya que se me había roto el zapato, y vamos, sin zapatos no se puede hacer nada. Afortunadamente, encontré pegamento, así que pude seguir.

El Holandés Venerable y yo salimos juntos a la mañana siguiente, y nos metimos por La Ruta de los Hospitales. Tengo que admitir que luego del paseíto por el parque eólico, no nos pareció tan terrible como nos lo habían pintado. Sólo nos topamos con un poquito de niebla:


Anyway, habiendo superado esta fase, había que descender a Berducedo. La bajada era complicada, mucha roca suelta, y con una inclinación nada trivial. Y fue entonces que el dolor empezó. La rodilla izquierda empezó a quejarse, y me fue muy difícil avanzar.

No obstante, llegué a Berducedo. No estoy seguro de cómo lo hice, pero llegué. Lo primero que pregunté fue "¿Dónde está la farmacia?" obteniendo la fantástica respuesta "Lo siento, la farmacia cierra antes del mediodía". Así que nada, tendría que avanzar con cuidado al día siguiente, e intentar no forzar demasiado la rodilla. Nada de soporte, y nada de anti-inflamatorio, por un día más. Cha mare.

La siguiente etapa, de Berducedo a Grandas de Salime, parecía fácil. Sólo 20 kilómetros, pero con una bajada larga y tediosa. Al levantarme, descubrí con alivio que la rodilla no me dolía más... pero los shin splints estaban peor que nunca. Parece que el día anterior, el dolor en la rodilla había desviado mi atención, y me hizo forzar otras zonas de la pierna, que empeoraron el dolor en las canillas.

La bajada hacia Grandas de Salime fue penosa. A pesar de salir temprano, fuimos superados por La Abuela Supersónica, por Turbobebé, por Los Tres Comandos, y por Los Chicos Testosterona. El Holandés Venerable me miró, y la mirada me lo dijo todo: me iba a dejar solo. Era entendible, yo claramente no estaba en condiciones de seguir el ritmo normal, y le estaba dando dificultades. Nos despedimos, y quedamos en vernos en Grandas de Salime.


Al final, llegué a Grandas de Salime. En el camino, pasó La Familia Australiana, y La Australiana Mayor me prestó uno de sus bastones. Apoyándome en él, luché cada paso, y llegue a Grandas de Salime. Ahí, fui directo a la farmacia, compré anti-inflamatorio, soporte para las rodillas, y mi propio bastón para caminatas. No me iba a rendir.

En el albergue, me encontré con Los Hermanos Dinamita (tenían que ser de Valencia), que estaban con Die Alemanen Buenonden y La Canaria Misteriosa. Uno de ellos me comentó que él también había tenido shin splints, pero que el anti-inflamatorio lo había arreglado. Eso me hizo recuperar la confianza. Luego él vio lo hinchadas que estaban mis piernas, y la cara que puso me quitó toda la confianza que había recuperado.

¡No me rendiría! A la mañana siguiente había que caminar unos 26 kilómetros, hacia A Fonsagrada. Me levanté temprano, solo, empecé a andar... e intuí que no podría. Decidí pasar antes por la posta médica de Grandas de Salime, pero al ver que mapas distintos me indicaban que la posta se encontraba a extremos distintos del pueblo, decidí avanzar por el Camino, y ver hasta dónde llegaba.

El pueblo siguiente se encontraba a cuatro kilómetros, siguiendo un camino tremendamente fácil, en comparación a los últimos 103 kilómetros desde Bodenayo. Se suponía que debía hacerse en una hora... y yo me tomé dos. Cada paso fue una lucha constante, un desgarre terrible en cada canilla. Con cada toque del bastón, una nueva gota de sudor caí sobre el suelo. Cada respiración fue seguida por un rechinar de los dientes, mascullando constantemente un "¡No te rindas!" Fueron cuatro kilómetros terribles.

Fue entonces que me di cuenta que no llegaría a Santiago. Tenía miedo de causarme daño permanente, y tan idiota no soy. Al llegar al siguiente pueblo, llamado Castro, encontré el albergue, y pedí un taxi que me llevara al hospital de A Fonsagrada.

Continuará.

----
[1]: Yu Yu Hakusho OST: Monster Suit

domingo, 1 de junio de 2014

Cinco Minutos de Fama

https://flic.kr/p/9mFUFP
Hace dos años, estando en el CERN, me quedé en una oficina que estaba en la ruta usada por los turistas para llegar de recepción a la cafetería. De vez en cuando esto podía ser inconveniente, ya que por lo general los turistas son ruidosos, y podían hacer que uno perdiera la concentración.

Esto, no obstante, también podía tener ventajas. Una noche, mientras preparaba mi mochila para regresar a casa, sentí una presencia extraña observándome. Al voltear hacia la puerta, vi dos chicas mirándome. Era claro que querían preguntarme algo.

"Disculpa," dijo una de ellas, "¿podríamos tomarle una foto a tu pizarra?"

Mire mi pizarra. Estaba llena de ecuaciones y cálculos, la mayoría indicando que alguna idea no funcionaba. Les dije que claro, que no había problema, adelante.

Luego de unos minutos fotografiándola, me miraron, y me preguntaron si podía tomarme una foto con ellas. La verdad, me pareció tan gracioso el asunto, que accedí. Ahí estaba yo, siendo fotografiado abrazando a dos chicas, con mi pizarra en el fondo. Si me cambiaban la pizarra por una guitarra, sería igual a una estrella de rock.

Claramente, me dije, este es el punto más alto de mi carrera.

Recuerdo esta anécdota después de lo sucedido hace unos días en Facebook. Ahhh, qué buenos tiempos aquellos... Para los que no están enterados, permítanme que recapitule.

Hace dos semanas, Mauricio (quien siempre me mete en problemas) me escribió, y me dijo que en la revista PuntoEdu buscaban a algún físico que comentara sobre The Big Bang Theory (la serie de TV). Él no tenía tiempo, y me preguntó si estaba yo interesado.

La verdad, al no haber visto la serie, sabía que no podía escribir nada serio al respecto. Le dije que podía escribir algo como lo hice acá en el blog, hace algunos años. Le mandamos el post al encargado de la revista, y este aceptó.

Al escribirlo, no estaba seguro qué poner. Pensé en describir mis cuatro amigos más frikis, pero luego me di cuenta que no conocía a nadie que llegara al nivel de los personajes de la serie. Y fue entonces que me di cuenta que, pucha, realmente a nivel personal no somos tan frikis.

No obstante, como lo puse en el post anterior, sí era claro que cuando muchos de nosotros nos juntábamos, el frikismo se maximizaba. Así que listo, se me ocurrió una estructura para el post, donde más o menos decía eso.

Ahora, luego de haber leído algunos artículos de Pérez-Reverte, recordé que él generalmente se queja de que, cada vez que escribe algo, alguna persona se ofende. No pensé que esta pudiera ser la situación con mi artículo, ¿qué clase de paparulo se podría ofender con un post tan tonto?

No obstante, decidí terminar el artículo con un párrafo tipo disclaimer: que es mi opinión, gente, y que este artículo es más una broma que algo serio. Se lo mandé al encargado, y luego de un par de correcciones, se publicó. Si lo quieren leer, está acá. No lo reproduzco aquí, ya que saldría muy largo el post.

Para serles sinceros, no me esperaba lo que ocurrió luego. Me dicen que el post se volvió viral. Cientos de personas leyeron el artículo... y me odiaron.

No sólo eso, sino que expresaron su descontento en los comentarios de la página de Facebook de la PUCP. La situación empeoró cuando la revista DedoMedio reposteó el artículo. Aparentemente, por cinco minutos, mi nombre fue repetido con asco por toda la red. Was zum geier???

Fue una experiencia muy extraña. Hasta me invitaron a hablar en PlusTV. En serio.

https://flic.kr/p/6YnJrR


Permítanme reproducir aquí algunos de estos comentarios. Son mi Top12, digamos, los comentarios que, de una forma u otra, me han llamado más la atención. Agárrense.

- Que amargado el pata!

- mi sobrino de 7 años hace mejores pataletas...

- Esperaba algo más interesante... Realmente tener Phd no te hace interesante...

- un fisico renegando de una serie? eso le pasa por no estudiar en la UNI...

- Es sólo una serie de ficción y para quitar estrés..en cambio el articulista peca de soberbio.

- Yo no juzgaría a un físico como Joel por una serie cómica, pero si por una opinión tan absurda como la que hace en este artículo

- XD ya dejenlo el solo quiere ser malote e.e no quiere que lo vean lindo XD

- Hola, no creo que la palabra lindo sea un adjetivo denigrante más bien los humaniza pero si eso es lo que no le gusta me parece que tiene un problema de ego. Por otro lado, si dicen lindo es porque gracias a la serie a muchas personas les interesa un poco más la física y ahora les parece algo bonito. Igual fue interesante leer el artículo.

- Jajajaja quiere quedar como el físico cool y rebelde... termina siendo como un howard. Más sentido del humor, broooo!

- Manya, no sabía que Sheldon Cooper escribía en la PUCP .... Bazingaaaa..!!!!

- Bien q te gusta Penny xD

- De hecho es virgen.


Hasta se organizó una marcha, caray. 'Ta que me sentí Ivan Thays.

Y nada, pues no hay mucho más que decir. Agradecer nomas a Gonzalo, Luciano y Romina por su férreo apoyo dentro de las redes. Y tal vez terminar con el muy acertado comentario de Romina: "Y en los comentarios hay harto Sheldon que no capta el chiste del texto. (necesitan que salga Leonard con su letrerito de "es broma")."

Mejor que ni se enteren que tampoco me gusta Friends.

miércoles, 21 de mayo de 2014

Mensajitos

Creo que ya debería estar claro a todos que mi bestialidad habitual se maximiza cuando tengo un teléfono presente.

Por si quedara alguna duda, a continuación les presento un breve intercambio de mensajitos de texto, también llamados SMS (lo siento, esas cosas del WhatsApp y los listófonos no van conmigo).

Sí, dije listófono. Que estoy en España, ostras, hombreeeee....

Cabe aclarar que los mensajes han sido filtrados por corrector ortográfico, las abreviaciones han sido expandidas, etcétera, etcétera. Ahí va.

Primer Acto

Mensaje Recibido de Número1:
Hola, soy Ale, este es el número de Andrea, te lo paso porque me lo ha pedido: Número2. Mandale un mensaje si te apetece tomar un vino ahora. :-)

Mensaje Enviado a Número1:
Grazie! :-)

Mensaje Enviado a Número2:
La invitación para tomar mistela sigue abierta, eh. Por si cambiaras de opinión. :-)

Mensaje Enviado a Número1:
Jeje, avísame si no le llega mi mensaje, o si decide no apuntarse al vino, que si no me quedo esperando hasta las 11:00 am...

Mensaje Recibido de Número2:
¡Excelente! El resto acaba de irse a dormir ;-)... Ya puedo salir. ¿Te podría pedir que vengas por mi, ya que no sé a dónde ir?

Mensaje Enviado a Número2:
¡Por supuesto! ¿Dónde estás exactamente?

***

Segundo Acto

Mensaje Recibido de Número1:
Hello! Estamos planeando ir a comer a la playa, paella sobre la 1. ¿Te apetece venir con nosotros?

Mensaje Enviado a Número1:
ZZZ... ¡buenos días! Me uno, envíame coordenadas... zzz... ¿Habrá que aparentar que no pasó nada?

Mensaje Enviado a Número1:
Oh crap, me acabo de dar cuenta que eres Ale nooooooooooo

To be continued...

miércoles, 16 de abril de 2014

Porcas Tallas


https://flic.kr/p/kyhYGA

Pos na, llegó el momento de la verdad. Luego de tantos años de buen servicio, de seguirme fielmente en cada una de mis aventuras por Europa, decidí que era hora de cambiar a mis acompañantes.

Había que comprar ropa interior nueva.

La misión era sencilla. Ir a Nuevo Centro, y buscar alguna tienda que no se viera demasiado pretenciosa, ni demasiado tela. Y conseguir, qué se yo, unas seis piezas nuevas. Nada complicado.

Durante el camino, aproveché que el día estaba bastante bonito, y caminé por el Turia, que me llevaría directo a Nuevo Centro. Aproveché y llamé a mi madre, con quien no hablaba hacía un tiempo.

Luego de media hora de caminata, llegué a la tienda y le colgué a mi madre. Me dirigí a la zona de ropa interior, y me topé con el primer problema. La talla.

Por supuesto, la ropa interior estaba catalogada como S, M, L, XL, etc. Y por supuesto, en esos casos las medidas son súper ambiguas, lo que es M en una marca es S en otra. Ahora, tratándose de ropa interior, no creía posible que me dejaran probar alguna.

Tomé un paquete, y le di la vuelta. Genial, había una traducción. Y evidentemente, no podía ser más complicada.

La talla M, por ejemplo, es 5 en Europa, pero pasa como 48-50 en Holanda y Alemania. Esa misma talla, en España, aparentemente es un 40-42. Y luego en Reino Unido había otra serie de numeritos.

Cha mare. Yo, que con las justas me acuerdo la talla en Perú, luego de tantos números, quedé más perdido que Mister Spock en el puerto de Mos Eisley.

Miré mi teléfono, y recordé a mi madre. Mi madre, como toda buena madre, sabe mis tallas hasta en Japón. Pero no, esta misión la debía resolver yo solo.

Por supuesto, terminé en el baño de Nuevo Centro, revisando la talla de mi ropa interior actual. Y ¡oh sorpresa! descubrí que mi ropa interior estaba tan vieja, que la talla ya no se leía.

Qué vergüenza...

Pues nada, como soy muy listo, decidí revisar la talla de mi pantalón. Y ¡oh sorpresa! el pantalón que llevaba en ese momento no indicaba ninguna talla.

Cha mare.

El paso siguiente fue ir a la tienda en mención, y buscar alguna prenda que no fuera ropa interior, que me pudiera probar. Encontré unos shorts, y cogí tres tallas distintas. ¡Alguna tenía que funcionar! Dai!

Como era de esperarse, una talla me quedó. No me pregunten qué talla exacta era, ni me acuerdo. Pero vamos, M. Funcionaba. Regresé a la ropa interior, y compré dos paquetes, con un tipo distinto cada uno. En la variedad está el gusto, dicen.

Espero que la tienda borre regularmente lo que graban las cámaras de seguridad, porque si no... qué vergüenza....

¿Qué pasó al final? Pues, claro, uno de los paquetes me quedó perfecto, y el otro no. A pesar de ser de la misma marca. Italiana tenía que ser.

sábado, 22 de marzo de 2014

Peligro Durante Fallas

Acá en Valencia se celebra lo que los locales llaman la festa més gran del món, las Fallas. No recuerdo haberles contado sobre esta fiesta antes, así que aquí va un resumen.

Els valencians (y les valencianes) juran que Valencia es la capital pirotécnica del mundo. No sé si realmente lo sea, pero vamos, en Marzo, cuando se celebran las Fallas, se esfuerzan mucho en demostrarlo (y lo hacen muy bien).

Una de las actividades principales de las Fallas es la de construir unas estatuas gigantes, llamadas fallas. Sí, las estatuas se llaman igual que la fiesta. No sólo eso, las organizaciones locales que construyen las fallas también se llaman fallas. Sí, las fallas arman fallas durante Fallas, eso. Y pasa lo mismo con la paella, se come paella preparada en una paella durante la paella.

Valencia es un sitio un poco confuso, lo sé.

Anyway, regresemos a las fallas. Las estatuas, digo. Al final de las Fallas, las fallas queman las fallas.

Chesu. Me acabo de dar cuenta de lo confuso que es este asunto. A ver...

Al final de las Fallas (festival), las fallas (organizaciones) queman las fallas (estatuas). Eso.

Sí, es raro, se pasan todo el año construyéndolas, y al final las queman. Es casi tan raro como si al final de las Fallas (festival), las fallas (estatuas) quemaran las fallas (organizaciones). Pero bueno, acá uno no ha venido a discutir sobre tradiciones raras (ni sobre la falta de vocabulario en Valencia), sino para enterarse cómo nuevamente he evitado la muerte dentro de mi aventura europea.

A la quema de fallas (estatuas) se le llama cremà. Y es casi casi un pecado asistir a las Fallas (festival) sin ver la cremà. Evidentemente, no me lo podía perder.

El día de la cremà, decidimos asistir a la quema de la Falla Infantil de na Jordana. Sí, dije Falla Infantil, cada falla (organización) construye dos fallas (estatuas), una para niños y otra para adultos. Anyway, decidimos ver la cremà de la Falla Infantil de na Jordana. Era una falla (estatua) muy bonita, con un mensaje sobre el cambio climático. Una Falla Ecológica, vamos.

Así que, por supuesto, no nos podíamos perder la ironía de ver los kilos y kilos de plástico de esta Falla Ecológica ser quemados, y ver cómo los mensajitos de "cuida el agua" y "controla tus emisiones de dióxido de carbono" se convertían en humo negro tóxico.

Llegamos a estar en primera fila. Bueno, okey, la Hosekova y yo llegamos a primera fila, los demás se quedaron ligeramente atrás. Estábamos encantados, súper cerca a la falla (estatua), estábamos seguros que tendríamos el fuego en nuestras narices.

Les cuento entonces cómo las fallas (organizaciones) prenden las fallas (estatuas). Como gasolina y un encendedor es algo un poco old-fashioned, la cremà se lleva a cabo con fuegos artificiales y petardos amarrados alrededor de la misma falla (estatua). Es impresionante, en serio.

Pos na, la Hosekova y yo esperábamos a que llegara la hora de la cremà, cuando empezaron a colocar los petardos. La Hosekova y yo debemos haberlo dicho al mismo tiempo: "¿No te parece que la traca está muy cerca?"

Es cierto, si nos estirábamos, habría sido sencillo tocar algún petardo. Pero vamos, acá, en la capital pirotécnica del mundo, la gente sabe lo que hace. Seguro que la distancia cumple con algún mínimo de seguridad. Esto lo llevan haciendo hace años, ¿no?

Empezaron entonces a salir los falleros, es decir, los miembros de la falla (organización) de na Jordana. Se pusieron todos alrededor, se tomaron fotos, lloraron un poquito, ya que estaban a punto de quemar su labor del año. En eso, se alejaron un poco de la falla (estatua), y miraron la llegada de un hombre.

Esta persona aparentemente era el Senyor Pirotècnic de na Jordana, el encargado de empezar la cremà. Tenía un aire de badass alrededor suyo, una especie de Clint Eastwood español. Uno no querría encontrarlo de mal humor, claro que no.

Pues este Senyor Pirotècnic llegó, y todo el mundo entró en silencio. Tranquilos, que si se molesta nos rompe la falla (estatua) antes de poder quemarla. El Senyor Pirotècnic se acercó, y miró a los falleros. Era hora. Cogió la traca, y cortó la mecha con los dientes. En serio. Sacó un mechero del bolsillo, lo encendió, y se lo dio a los representantes infantiles de la falla (organización). Ellos temblaban, no sé si por la emoción de empezar la cremà, o por el terror que le tenían al Senyor Pirotècnic.

El mechero iluminó todo de rojo. Apropiado, el color de la sangre, dai. La fallera mayor infantil (esta no se las explico, porque nos desviamos del tema) acercó el mechero a la traca, y prendió la mecha. Con esto, todos los falleros empezaron a alejarse.

Fue entonces que me di cuenta que la Hosekova y yo estábamos más cerca de la traca, y de la falla (estatua), que los falleros. La miré, y sentí una gota de sudor y un escalofrío recorrer mi espalda. Si estos adoradores del fuego estaban así de lejos, era por algo. La mecha se acortaba, las explosiones se hacían próximas, y nuestra seguridad aparentemente se desvanecía.

¡No podía ser! ¡Seguro que los falleros habían tomado nuestra seguridad en cuenta! Miré al Senyor Pirotècnic, buscando que con su mirada me transmitiera seguridad, un "déjate de llanto, y disfruta las explosiones." Pero no, cuando mis ojos se cruzaron con los suyos, vi sorpresa. Levantó su brazo, y con furia en los ojos, nos gritó algo que no puede haber sido demasiado distinto de: "¿Pero qué hacen ahí? ¡Corran , co*o!!!"

Fue en ese momento que la traca reventó, y todo a nuestro alrededor se convirtió en luz, fuego y destrucción.


No sé cómo sobrevivimos. O tal vez no lo hicimos, y nos encontramos en una especie de purgatorio, o algo. Pero bueno, cuando se disipó el humo, aún estábamos ahí. No sólo eso, la falla (estatua) también seguía ahí. Efectivamente, luego de tanta alharaca, la falla (estatua) no prendió, roche total. El Senyor Pirotècnic debe haber cortado un par de cabezas esa noche.

Y nada, unos días después que las Fallas (festival) han acabado, y que todas las fallas (organizaciones) quemaran las fallas (estatuas), sigo preguntándome si estoy vivo o no. Dicen por ahí que Roberto filmó todo, así que si encuentran el video en internet, y escuchan a alguien gritando como nena, imaginen que no fui yo.

¡Hasta la próxima, gente!

lunes, 24 de febrero de 2014

La Flecha del Tiempo

http://flic.kr/p/axVkDC
Una noche fría, en Ginebra, ella bajó su mirada, levantó ligeramente la copa, y dijo: "Yo nunca he tenido strong feelings por dos personas al mismo tiempo."

Hubo un silencio breve. Luego, muchos de los presentes bajamos la mirada, tomamos nuestra copa, y bebimos un poco. Nadie rió, nadie quiso decir mucho al respecto.

Él me miró, y dijo: "Esta es una de las peores situaciones en las que uno puede estar. No puedes hacer nada."

Indeed. No puedes hacer nada. Si uno está en una situación similar, con strong feelings por más de una persona, cualquier cosa que hagas seguramente herirá a alguien. Garantizado.

La frase de esa chica (recuerden que cuando uno juega a "Yo Nunca," está prohibido mencionar nombres) me hizo regresar, sin querer, unos siete años. A la época en que acababa de salir de Perú, y me encontraba en Cambridge. Además de estudios complicados, mi estancia en Cambridge se caracterizó no por un triángulo amoroso, un love triangle, sino más bien por un bloody love snowflake. Ya se imaginarán.

Okey, concentrémonos en la parte del snowflake que me concierne. Fue una época muy díficil. Estaba aún saliendo con Jessica, quien se quedó en Perú, y con quien eventualmente tuve una crisis de un par de meses. En esos momentos, Bianca estuvo ahí siempre como apoyo, y realmente le debo a ella el haber podido pasar el Master. Teniendo la cabeza hecha un embrollo por la crisis con Jessica, la amistad de Bianca de alguna manera logró estabilizarme lo suficiente para poder concentrarme en los cursos, y pasar el Master con una nota decente.

Meses después, Jessica vino a Cambridge, con el objetivo de arreglar las cosas. Y fue entonces que ocurrió lo que tenía que ocurrir. Strong feelings por dos personas, al mismo tiempo. Parálisis. Saber que cada sílaba que uno emita heriría a alguien.

Fue complicado. Dada la situación, Jessica y yo decidimos no regresar, no seguir saliendo, ya que todo estaba demasiado turbio (eventualmente sí volvimos a juntarnos, lo que motivó a que ella me viniera a visitar, hace mucho tiempo, a Valencia). Con Bianca las cosas no quedaron muy bien, dentro de mi confusión eventualmente entendí que era Jessica de quien estaba enamorado, y ella no se lo tomó muy bien. A pesar que yo me disculpé un año después por todo el rollo, disculpa que ella aceptó, dejamos de hablar.

Hace unos meses, fui a visitar a Alvaro a Amsterdam, y sabiendo que Bianca estaba por ahí, me animé a escribirle. Luego de siete años de no vernos, Bianca y yo nos tomamos un café juntos, y caminamos alrededor de Amsterdam, mientras el buen Alvaro nos contaba anécdotas sobre molinos de viento, y cómo Holanda parece un donut mordido. Debo admitir que fue muy bonito, re-enganchamos como si hubiera pasado solo una semana desde la última vez que nos vimos.

Cuando Bianca tomó el tren que la llevaría de vuelta a Rotterdam, donde la esperaba su futuro esposo, sentía que había cerrado una puerta, una puerta que no me había percatado que seguía abierta. Fue muy extraño, el haber podido despedirme de Bianca con una sonrisa, y saber que era feliz, me llenó de una paz inesperada.

***

La historia con esta chica fue muy breve. Habrá durado dos o tres semanas de verano. Fueron días bastante felices, pero quedaron ahí, como algo del verano. Por lo menos por mi parte, no estaba emocionalmente preparado, ni dispuesto, a algo más.

No obstante, quise dejarle a esta chica un regalo que la hiciera sonreír. Recordaba que la Cazavampiros alguna vez me había hecho leer Oceano Mare, de Alessandro Baricco, y me convencí que debía regalarle ese mismo libro. Vamos, es una historia mágica y bonita, no joroben.

Salí en busca del libro, y no lo encontré. Era un problema, porque la chica se quedaba solo un par de días más. De Baricco sólo tenían un libro titulado Esta Historia, un libro con una reseña bastante simpática. Habiendo leído Oceano Mare y Novecento, asumí que el estilo de Baricco sería siempre el mismo, y me dije "ya pues, me arriesgo" y compré el libro.

Años después, al estar preparándome para certificarme en italiano, me volví a topar con este libro. Leí el primer capítulo, y me quedé espantado. El primer capítulo describe un accidente automovilístico gigantesco, con lujo de detalles, sangre y muerte por todo lados. Era gore, puro y duro.

Chesu.

Pos na. Chica, si me estás leyendo, ¡lo sieeeeentoooooo!

http://flic.kr/p/4YRFE1


***

La otra vez, hablando con Domínguez sobre cómo preparar un mojito con kiwis, me percaté que no le había contado la noticia. Ni a él ni a los otros Fugas. También recordé los ojos de ella, diciéndome que era una vergüenza que no hubiera hecho público que habíamos terminado, y que tres meses después ella tuviera que encontrarse con mis amigos en Lima y explicarles que ya no estamos saliendo.

Pues eso. Notarán que estoy solo en Valencia. A buen entendedor, pocas palabras.

lunes, 20 de enero de 2014

Mis Hogares

http://flic.kr/p/3HXeAT
Desde el momento que abrí la puerta, supe que estaba, nuevamente, en casa.

No, no estoy en Perú. Me encuentro actualmente en lo que llamo Home #2, Valencia, España. Me encuentro en el mismo piso donde pasé los últimos dos años del doctorado, donde pasé el peor año de mi vida, pero también donde luego conocí a la Mari, Herr Deutschland, ODD, la Nube de Ámbar (conocida en este blog inicialmente como Eli), Ola y la GambaGirl.

Acá, constantemente revivo momentos gloriosos, y momentos complicados. Recuerdo sonrisas y frustraciones. Pero me siento en casa. Me encuentro en mi barrio, donde reconozco a la viejita de la misa, al mendigo del parque, a la comunidad latinoamericana que juega fútbol, a la señora que hace la limpieza... y por supuesto, donde tengo amigos muy cercanos.

Podría hablar de esto por horas. Pero curiosamente, el post de hoy no trata de esto, sino de mi hogar anterior. El post trata sobre la mansión de los horrores donde viví en Ginebra. Un sitio que, curiosamente, llegué a querer, no por el sitio en sí, sino por otras razones que ya revelaré más adelante.

Evaluemos mi situación en los últimos dos años. Era (soy) un postdoc que recibe un sueldo español, que debía vivir en Ginebra. Una de las ciudades más caras del mundo. Un sitio donde alquilar un piso cuesta como mínimo unos mil francos. Donde cenar en un restaurante cuesta generalmente unos cuarenta francos. Donde una cerveza puede llegar a costar veinticinco francos.

Para los que no saben, un franco es más o menos similar a un dólar estadounidense. Sí, así de mal estaba la cosa.

Evidentemente tenía que ahorrar. Y no podía ir a cualquier sitio. Terminé viviendo en una residencia de estudiantes, el Foyer St Justin.

El sitio en sí estaba relativamente bien. Ubicado cerca al lago y a la estación de tren, con una cocina relativamente grande, terraza, salón común... sí, de hecho que tenía cosas complicadas, como tener que compartir un baño entre diez personas, y refrigeradores muy pequeños, y prostitutas y dealers en los alrededores, pero por lo general eran cosas bastante aceptables.

El problema, por supuesto, era la administración del Foyer. Eran casi nazis.

Estamos hablando de gente administrando un Foyer con unas 120 personas que venían de todo el mundo. Literalmente. Estos administradores no tenían el más mínimo criterio para manejar un sitio así.

Por ejemplo, la cocina. La cocina era un pequeño desastre, ya que dentro de estas 120 personas, siempre había un par que vivía por primera vez fuera de la casa de sus padres, o que siempre había tenido a alguien que le hiciera las cosas. Por ende, era muy natural que accidentes ocurrieran frecuentemente, desde equivocarse en el momento de reciclar, hasta meter metales en el microondas.

No obstante, la dirección era incapaz de entender esto. Culpaba a los 120 residentes de todos los desastres, y nos "castigaba" amenazando cancelar el servicio de limpieza diario, o incluso proponiendo cerrar la cocina permanentemente. Imponía medidas ridículas, como prohibir a la gente cargar alimentos fuera de la cocina (o sea, olvídate de llevarte un tecito a la habitación).

El racismo era un tema frecuente. Una vez, ocurrió una invasión de cucarachas en la misma cocina. Cuando La Garota Gostosa fue a quejarse, se le culpó de haber traído las cucarachas en su maleta. Geniales. Alguna vez también escuché a la secretaria considerar que algunos residentes venían de sitios donde no había casi civilización... cuando muchos de ellos trabajaba en las Naciones Unidas, o en la Cruz Roja, o seguía maestrías.

La limpieza por lo general era precaria. El Foyer contrataba a solamente dos personas que debían limpiar seis pisos, con veinte habitaciones y dos baños cada uno, junto con la cocina, la terraza, la sala y las áreas de servicio. Dos personas. Ya se imaginan.

Organizar fiestas era todo un rollo. Era crucial enterarse cuándo el responsable estaba fuera el fin de semana (llamémosle Señor Ogro). Si decidíamos hacer una fiesta, y el Señor Ogro se encontraba en casa, bajaba religiosamente a las 11:00 pm para echar a la calle a todos aquellos que no eran residentes. Sin importar que hubieran sido residentes en el pasado, o antiguos miembros de la administración, sin importar que afuera estuviera lloviendo o bajo cero... todos a la calle. La única forma de relajar al Señor Ogro era emborrachándolo... que afortunadamente no era tan difícil.

Tal vez la situación más grave ocurrió a inicios del 2012. El genial Señor Ogro decidió que las habitaciones no estaban suficientemente limpias, así que convenció al Señor Conserje que tomara fotos de cada una de las habitaciones para poder tener pruebas. Como si esto no fuera suficientemente escandaloso, el Señor Conserje tenía tanto criterio como lo tiene un pedazo de ladrillo, y se caracterizaba por entrar sin tocar la puerta.

Por supuesto, todas estas cosas generalmente eran acompañadas por gritos, porque el Señor Ogro era incapaz de razonar.

http://www.flickr.com/photos/miniplot/5233093922/#http://flic.kr/p/8YqYvh

¿Y por qué nadie se quejó? ¿Por qué la administración se salía con la suya? Fácil, resulta que el mercado inmobiliario en Ginebra es una mafia. Conseguir un sitio dónde vivir puede tomar meses. El Señor Ogro sabía que si alguien se quejaba, simplemente lo amenazaba con echarlo a la calle. Recuerdo que al llegar, La Libanesa de los Ojos Infinitos y yo escribimos una carta, quejándonos de esta situación, y muy poca gente estaba dispuesta a firmarla, por miedo de terminar en la calle.

Pues sí, ahi viví por casi dos años. Tres meses en el 2010, todo el 2012, y la última mitad del 2013. ¿Y por qué regresaba ahí?

El Foyer St Justin, a pesar de todo, tenía algo muy especial: el salón. En dicho salón nos juntábamos a comer personas de todos los continentes del mundo. Personas que queríamos marchar adelante, ya sea estudiando, o trabajando en ONGs, o intentando hacer avanzar a la ciencia, o buscando resolver la burrocracia en las Naciones Unidas. Gente de todos los colores, sabores, olores, frecuencias y texturas. Ahí conocí a El Albanés Amable, La Tedesca Sorridente, Die Tanzenden Italienisch, La Inglesa Hindú, El Árabe Silencioso, Sally, La Gata B, La Libanesa de los Ojos Infinitos, The Relaxed Englishman, La Finlandesa Particular, La Española Puntual, El Brasilero Bonachón, La Garota Gostosa, La Brasilera Alegre, El Canadiense Tranquilo, El Canadiense Asiático, La Portuguesa Borracha, El Indio Cargoso, el Español Superguay, Chibi-Ninja, Mojo Jojo, La Turca Inocente, El Uzbeko Reservado, El Tanzano Chévere, El Niño Albanés, El Alemán Tímido, El Haitiano Sonriente, La Fragolina, La Catalana y Olé... y más gente aún que no llegó a tener apodo.

Dada esta situación, ¿cómo no volver ahí? Sí, de hecho, también conocía gente fantástica en el CERN, y pasé momentos geniales con la gente de la WIPO, incluyendo a Angela y Gedas... pero ¿cómo no ser atraído por este gran conjunto de personas? ¿Cómo no aceptar vivir en las horribles condiciones del Foyer St Justin, si la recompensa iba a ser tan grande?

Yo no me pude resistir. Y es por eso que volví ahí tantas veces. Por otro lado, dicen que El Señor Ogro se retira en Junio, así que si van a Ginebra después de esa fecha, échenle una ojeada al sitio, fácil ya no encuentran de qué quejarse.

¡Ok! ¡Este post me salió gigante! Me despido con una fotito de Valencia. ¡Hasta pronto!