domingo, 15 de marzo de 2009

El Kendogi

Cuando uno practica un arte marcial, eventualmente termina consiguiéndose el uniforme respectivo. Generalmente se usa una especie de kimono blanco, con un cinturón de un color particular.

En el Kendo, el uniforme (debajo de la armadura) es algo diferente. Consta de una hakama, que es un pantalón muy ancho y suelto, una especie de cruce entre pantalón y falda. Encima se usa un chaleco, que creo que se llama keigoki. Bueno, la cosa es que el Kendo es un arte marcial donde es importante verse cool, y por tanto uno tiene que tener su uniforme en buen estado. Esto significa que hay que doblar bien la hakama, y la puesta del uniforme debe ser impecable.

Aquí les envío los pasos para cumplir con estos objetivos.

Doblado de Hakama:

1. Diez minutos antes de tener que salir a la clase, tomar la hakama y posarla gentilmente sobre la cama. La parte delantera hacia arriba.
2. Estirarla.
3. Mirar cuidadosamente la hakama, y notar los pliegues.
4. Doblar los pliegues cuidadosamente, empezando por los centrales y procediendo hacia afuera.
5. Una vez doblados los pliegues, notar que algo está mal.
6. Atribuir este sentimiento a algún problema en la parte trasera de la hakama. Mantenerse calmado.
7. Tomar la hakama suavemente, levantarla despacio y darle la vuelta, de forma que la parte trasera esté hacia arriba.
8. Notar que, evidentemente, la parte trasera se encontraba arrugada. Todo según lo esperado.
9. Estirar la hakama y doblar los pliegues traseros.
10. Mirar la hakama doblada desde lejos, sentirse orgulloso de la labor.
11. Con el fin de enrollarla, tomar la hakama nuevamente y darle la vuelta, de forma que la parte delantera esté hacia arriba.
12. Notar, con horror, que todo el trabajo previo en la parte delantera fue destruido por las dos veces que se dio la vuelta a la hakama.
13. Mirar el reloj, y notar que se tienen sólo dos minutos para salir a la clase.
14. Entrar en pánico.
15. Estirar la hakama, mirar los pliegues.
16. Sentir un escalofrío.
17. Doblar nuevamente los pliegues. Olvidarse de la suavidad y la gentileza.
18. Notar que, al final, la hakama se sigue viendo extraña.
19. Llegar a la conclusión que la parte trasera se ha arrugado también.
20. Reflexionar.
21. Mandar la reflexión al diablo, y doblar la parte trasera por debajo de la hakama.
22. Fracasar.
23. Muy suavemente, darle la vuelta a la hakama, de forma que la parte delantera no se arrugue.
24. Doblar los pliegues de la parte trasera.
25. Respirar hondo.
26. Mirar el reloj.
27. Respirar aún más hondo.
28. Tomar la hakama, levantarla, darle la vuelta con la mayor gentileza posible. Darle un besito antes si se considera apropiado.
29. Lograr mantener todo en orden. Agradecerle a Santa Teresita de Jesús, o algún santo más apropiado. Un kami también vale.
30. Enrollar la hakama a la velocidad de la luz, meterla a la mala en una bolsa junto con el keigoki, meter la bolsa en la mochila y salir volando a la clase.


Puesta del Uniforme:

1. Entrar a la sala de la clase a toda velocidad, ya que se está tarde.
2. Mientras el sensei y el resto empiezan su calentamiento, sacar la bolsa de la mochila.
3. Ponerse el keigoki.
4. Intentar recordar las instrucciones del sensei sobre cómo hacer los nudos del keigoki.
5. Fracasar.
6. Empezar con el nudo inferior, que debe ser plano.
7. Terminar con un nudo que es cualquier cosa menos plano.
8. Intentar nuevamente. Fracasar nuevamente.
9. Evitar la mirada impaciente del sensei.
10. Hacer el nudo de la forma más rápida posible.
11. Repetir los pasos 6-10 con el nudo superior.
12. Tomar la hakama. Ponérsela.
13. Coger la cinta larga de la hakama, y envolverse en ella.
14. Darse cuenta que es inútil intentar verse cool.
15. Intentar nuevamente el proceso de la cinta larga.
16. Notar que el calentamiento está concluyendo.
17. Lograr ponerse la cinta larga apropiadamente. Hacer un nudo patético.
18. Tomar la cinta corta.
19. Dudar.
20. Evitar nuevamente la mirada impaciente del sensei.
21. Improvisar.
22. Dar un paso. Notar que la hakama no se cae.
23. Decidir que se está bien.
24. Correr a la clase, tropezar un par de veces con la hakama.
25. Hacer una nota mental: ¡es necesario practicar todo esto los fines de semana!