viernes, 28 de agosto de 2009

Las Culturas Distintas

Reset.

Se fue la Mari.
Se fue Guilherme.
Se fue la Belga.

Enter Herr Deutschland.
Enter Signore Italianissimo.

Herr Deutschland y Signore Italianissimo son muy distintos. Evidentemente, Herr Deutschland es alemán, mientras que Signore Italianissimo es natural del país de los romanos. Al primero le gusta cocinar, montar bicicleta, hacer turismo con moto... Al segundo le gusta la vida nocturna, y ya está.

¿Con quién me llevo mejor? Pues me siento más o menos en la mitad, tirando un poco más hacia Herr Deutschland. ¿Y qué hace la diferencia? Es sencillo: la limpieza. Herr Deutschland es muy ordenado y limpio. Signore Italianissimo... no tanto.

Signore Italianissimo ha venido a Valencia por dos meses. A pasarla bien. A trabajar, estudiar español, y juerguear duro. La verdad es que me cayó muy bien, su vida es estos momentos es muy sencilla, y la disfruta al máximo. Pero no es muy limpio, a decir verdad, su habitación parece un campo de batalla (cosa que no me incumbe realmente), y deja siempre la ducha llena de arena. Pero este tipo de cosas son bastante soportables.

Los "problemas" empezaron un mes después de su llegada. Las comillas las pongo porque han sido cosas bastante tontas, en comparación con las cosas que me han ocurrido antes, pero fueron cosas que definitivamente incomodaron a todos los participantes.

Todo empezó un día que Herr Deutschland me avisó que venía Frau Deutschland, su novia, de visita. ¡Se quedaría seis semanas! Ese mismo día, Signore Italianissimo me contó que venía il Mezzo Fratello, su medio hermano, a quedarse todo Agosto. De un día pa' otro, de ser tres, pasamos a ser cinco.

Enter Frau Deutschland.
Enter il Mezzo Fratello.

Las cosas sospechosas empezaron a ocurrir poco tiempo después de la llegada de estos dos. De repente noté que alguien usaba mi champú. Sí, mi super champú contra la calvicie, que me cuesta un ojo de la cara, estaba siendo usado. Pero no me hice problemas, empecé a guardar el champú en mi habitación. Asunto arreglado.

Luego, una tarde en que estaba trabajando en mi piso, noté que alguien se había tomado mi agua. Un litro entero. Ahí me di cuenta que era Signore Italianissimo o il Mezzo Fratello quien usaba mis cosas, porque Herr und Frau Deutschland no habían estado en el piso. Ampay.

Ahora, antes que les pudiera decir algo, ocurrió algo serio. De la cocina empezaron a salir llamaradas de medio metro de altura. Le pasó una vez a Signore Italianissimo, y le pasó una segunda vez a Herr Deutschland. Hablé con Elena, la casera, quién estaba por salir de vacaciones. Ella encontró un gasfitero, pa' que revisara la instalación de gas, y este reportó al volver que no había nada malo, pero que había encontrado la llave de gas abierta. O sea, alguien había cocinado y había dejado el piso lleno de gas. Explosivo.

Al volver me encontré con Herr und Frau Deutschland, y con il Mezzo Fratello. Y había sido este último el culpable. Hablamos seriamente sobre el orden en la casa. Este tipo de cosas ocurren por descuido, y la única forma de prevenir descuidos es cuidando la cocina. Dejar todo limpio, poner cosas en orden. Listo, nada más. Con esto esperaba resolver el problema de la suciedad en el piso, junto con el problema de las llamaradas (aparentemente fueron causadas por la combinación suciedad + grasa + fuego). No obstante, parece que a il Mezzo Fratello se le olvidó la discusión a los dos días.

Las cosas se complicaron cuando Elena se fue de vacaciones. Llegó il Grande Fratello, el hermano mayor de Signore Italianissimo. Este llegó pa' quedarse, Signore Italianissimo abandonó el piso, y nos dejó con los Fratelli. il Grande Fratello no nos hablaba prácticamente nada, llegaban los dos a las 8 am, dormían hasta las 5 pm, y salían otra vez a las 9 pm. La situación se puso más tensa con la llegada de las novias de los Fratelli, que coincidió con la visita de Alfredo y Alicia a Valencia. Alfredo se quedó en mi piso, así que de ser tres, pasamos a ser cinco, y luego ocho (aunque no todos dormían ahí).
Mare de Deu.

La suciedad aumentó de forma exponencial. Las toallas limpias de la cocina no duraban más de medio día, el papel higiénico duraba dos. En la cocina había basura acumulada en el piso. Llegaron incluso a haber vasos llenos de cerveza en la sala, abandonados por tanto tiempo que desarrollaron hongos. Herr und Frau Deutschland y yo intentamos limpiar algo del desorden (en contra de mi política de no limpiar la cochinada del resto), pero la verdad es que era imposible.

Para empeorar las cosas, los italianos no compraban nada.
Se acabó el papel higiénico. Los alemanes y yo empezamos a mantener el nuevo en nuestras habitaciones. Los italianos empezaron a usar el papel de cocina.
Se acabó el lavaplatos. Los italianos empezaron a usar el líquido para limpiar la losa (cosa que yo desaparecí inmediatamente).
Se acabó el jabón. Los alemanes y yo hicimos lo mismo que con el papel higiénico. Los italianos... quién sabe qué habrán hecho.

Herr Deutschland me contó un día que le había escrito un mail a Elena, contándole todo. Y ni se imaginan la que se armó. Aparentemente, il Grande Fratello no tenía autorización de quedarse en este piso. Signore Italianissimo, quien había firmado el contrato, no le había mencionado que su hermano venía a quedarse. Al volver ella de vacaciones, los echó a todos a la calle.

Exit Signore Italianissimo. Exit il Mezzo Fratello. Exit il Grande Fratello. Exit la Piccola Ragazza. Exit Ragazza Super-Tatuaata.

Ahora somos tres. Y todo 'ta limpio.
Chévere.