miércoles, 4 de septiembre de 2013

Corazones Rotos en Trieste

Pues pasó el verano europeo, y con él también pasaron las conferencias en física de partículas elementales. Este año me tocó ir a SUSY 2013, que se llevaba a cabo en el ICTP, en Trieste.

Curiosamente, fue en el ICTP que tuve mi primer encuentro con la física internacional. Luciano, Francisco y yo acabábamos de terminar pregrado, y conseguimos que el centro nos financiara un viaje, con el fin de participar en la escuela de verano en partículas elementales. Fue una oportunidad excelente para enterarme de qué trataba este tema en el que me estaba metiendo, allá en el 2003 (Mein Gott!!! ¡Diez años exactos!). Fue un choque bastante fuerte, ya que por lo menos yo no estaba preparado en lo absoluto para lo que nos iban a enseñar ahí.

Fue un viaje curioso. Descubrimos muchas cosas. Descubrimos que Luciano pensaba que Europa estaba llena de malls. Descubrimos que Francisco podía serle atractivo a las mujeres. Yo, lamentablemente, descubrí que mi compañero de habitación de Indonesia tendía a ofrecer su amistad intentando masajear las piernas del resto. Pero más importante, descubrí la importancia de callar y escuchar (sí, aparentemente ya lo olvidé).

Esta vez, me tocó regresar para dar una charla en una conferencia. Y vamos, fue otro viaje curioso.

Para empezar, antes de ir a Trieste, pasé una semana por Padova, para hablar con una colaboradora. Las reunión era crucial, ya que estaba relacionada a lo que contaría en Trieste. Inicialmente me emocioné mucho por estar de vuelta por ahí, pero al no estar Alfredo, ni Alicia, ni Jae-hyeon, ni Catalina, debo confesar que la ciudad perdió un poco de su encanto. El departamento de física no mejoró mucho, y recordé por qué escogí Roma en vez de Padova para mi primer postdoc.

Una semana luego, llegué a Trieste. Fue interesante, nuevamente había gente de todos lados. Gentita de Würzburg, gentita que conocí en Bonn, gentita del CERN, vamos, ¡hasta me encontré con una amiga del pregrado de la PUCP! Fue útil para establecer nuevos contactos, reforzar contactos antiguos, y consolidar contactos recientes.

Por supuesto, toda conferencia tiene sus cosas. Creo que el feature más saltante fue la charla de Iwamoto. Hablaba de algo relacionado al momento magnético anómalo del muón, de encontrar zonas en el espacio de parámetros supersimétrico que resolvieran la tensión existente entre la predicción teórica y la observación experimental... y en eso, cuando muestra el espacio de parámetros... digamos que la zona de exclusión fue algo... fálica.

Sí. Dije fálica. Y si no me creen, pueden verlo ustedes mismos, en la diapositiva 21 de su charla (que empeora en la diapositiva 26). O en la página 4 de este paper.

Digamos que muchos de nosotros perdimos la concentración en ese momento. No joroben, si estás en una charla de supersimetría, ¡lo último que esperas es que aparezca un pene proyectado en la pantalla! Pero parece que la charla causó furor, al punto que el mismo Sir John Ellis decidió "flashear" la misma diapositiva en su plenaria el último día.

Anyway... Otro detalle de la conferencia fue el banquete. Los banquetes en las conferencias destacan por llevarse a cabo en sitios exóticos, tipo castillos, ofreciendo maravillas culinarias, y alcohol en exceso. Y este banquete no fue la excepción. Fue espectacular ver a físicos respetables (amigos de amigos, dicen) caminando en zig-zag luego de tres copas de prosecco, y medio litro de vino.

El problema es lo que puede pasar luego. Estaba con la gentita de Bonn, tomando medio litro de Spritz, cuando en eso apareció el Dr Z, en un estado de ebriedad mucho peor al de todos nosotros, combinados. Se unió al grupo, y entre conversaciones involucrando al amplituhedrón (no me pregunten), notamos que el Dr Z estaba deprimiéndose. Lamentablemente, fui yo quien decidió animarlo, diciéndole que era una persona chévere, que la gente estaba contenta al verlo, y tal y cual, cuando en eso el Dr Z decidió que era un buen momento para un beso.

Say what?

Debo agradecer a mi buen amigo, el pronto Dr. B, quien desde Estudios Generales Ciencias se obstinó en entrenarme en el arte de evitar hombres lujuriosos. Logré evitar el ataque del Dr Z en el último segundo, y mis amigos de Bonn lo alejaron inmediatamente. "¡Tenías que ser tan hétero!", me gritó.

'Ta mare.

Anyway...  Creo que ya han sido suficientes diapositivas fálicas, atentados de agarre, y recuerdos macabros de intentos de masajes, para un solo post. Me despido por ahora, sin más que desearles que la noche os sea propicia...

2 comentarios:

Luciano. Sí, el de los malls. dijo...

Se pasó de pendejo el que hizo esa gráfica eh jajajaja qué buena

Joel Jones Pérez. dijo...

Lo curioso es que uno revisa sus papers antiguos, y ve los mismos plots con colores menos evidentes. ¡Así que lo hizo a propósito!