Tomamos un taxi, relativamente cerca a la PUCP. El chofer era un señor bastante mayor.
- Buenas noches, ¿a Miraflores?
- Quince.
- Hmmm, generalmente me cobran trece.
- Pero mire la hora, hay mucho tráfico.
- Okey, está bien.
Subimos al taxi.
- Estamos yendo a la calle Alcanfores, tal vez convendría entrar por la Vía Expresa.
- Pero hay mucho tráfico por ahi.
- Bueno, si Ud conoce...
Sonó el celular del viejito.
- Un momento, por favor.
- Sí, adelante.
El chofer tomó el celular, y empezó a conversar mientras conducía. Evadía otros autos, manejando con una sola mano.
- ¿Aló? ¿Aló? (...) Hola, ¿qué tal? (...) Sí, ya estoy bien. (...) Sí, me hicieron la prueba de Holter. (...) Sí. (...) Sí. (...) Hace dos días salí del hospital. (...) Claro, ya puedo mover las piernas, los brazos también. (...) Sí, todo bien, gracias por llamar. (...) Chau.
El viejito guardó su celular.
- ¿Decía?
- No, no, nada... no decía nada.
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