08/09/2007
Si, si, sé que el título de este post está mal. No obstante, me parece una buena forma de reflejar mi estado actual.
Sé que el título está mal, ¡pero no tengo la mas mínima idea de cómo ponerlo bien! Es más, no sé por dónde está mal el título. ¿Tal vez debería ser un 'No parlo ni capisco'? ¿O simplemente un 'Io no parlo niente'? ¿O 'No capito niente'?
Mia idea e ausenti.
¿Por qué arremeto esta vez contra el italiano? Quien haya leído uno de mis posts anteriores, además de ser candidato a mártir, podría empezar a pensar que tengo una especie de trauma con cualquier cosa que no sea español e inglés. Y bueno, no estaría muy lejos de tener razón, pero esa no es la razón por la cual ahora intento parlare este idioma.
La razone e otra.
Resulta que me encuentro en Padua, Italia. La vida me ha mandado por acá por unos tres meses, en una colaboración con un ilustre profesor, a quien se le suele denominar il Maestro. Chasa. Claro, la ironía en dicha denominación se rebalsa, pero no voy a ahondar en eso en este momento.
La oportunitá delle ahondamientti arriva en due secondi.
Quería aprovechar este post pa' contarles mis primeros días en Padua. Sé que ustedes se preocupan mucho por mi y mi estado mental, especialmente luego de los últimos posts que he enviado, así que quería mandarles noticias para que estén tranquilos.
E un objettivo molto nobile, io sono preocupatto por sua tranquilidade.
El viaje lamentablemente empezó mal. Dentro de mis razonamientos majestuosos, decidí no dormir antes del viaje. Mi vuelo salía a las 6 am, tenía que estar a las 4 am en el aeropuerto, por lo cual debía llamar al taxi a las 3:30 am. Así que no valía la pena. Esta estrategia había sido muy exitosa en situaciones similares, como en los viajes de Lima a Cambridge o el de Lima a Valencia, así que decidí seguirla. Claro, un pequeño detalle que no tomé en cuenta, hasta que ya fue muy tarde, fue que entre Sudamérica y Europa hay unas 18 horas de vuelo donde se puede dormir, mientras que entre España e Italia sólo dos.
Porca miseria.
En fin. Llegué al mostrador de Iberia a las 4 am, con mis varios kilos de peso extra, para enterarme que en vez de cobrar cinco o siete euros por kilo de sobrepeso, cobraban catorce. Mi grito de indignación lo debe de haber escuchado hasta il Maestro.
La información ambigua de la pagina web de la porca Iberia me había obligado a hacer un super-cálculo para saber la cantidad exacta de kilos extra que podía llevar. Para conservarlos como amigos, no daré detalles de este. Y bueno, el precio final básicamente duplicó mi mayor expectativa.
E una vergogna de proporzionne inimaginabili.
Pero bueno... El viaje ni lo sentí, obviamente. Es más, no recuerdo bien el intermedio entre el abordar el avión en Valencia y bajarme del bus en Padua. Tal vez lo he bloqueado a propósito. Tan solo recuerdo, al bajar del bus, no tener la mas mínima idea de qué hacer. Me acerqué al conductor del bus:
- Scuze, parla espagnole?
- No.
- Parla anglese?
- No.
'Cha mare.
- Une taxi, por favore?
La respuesta se podría describir perfectamente en inglés, con el término "gibberish."
- Grazie mille.
Al final encontré la estación de taxis y tomé un taxi.
- Via Marzolo, por favore.
- Gibberish.
- Per la via Chiesanuova.
Asumo que habré hecho todo ok, porque arrancó el taxi y me llevó al sitio. Al llegar, el taxista me preguntó, en ingles, qué número buscaba. Yo, imbécil, en vez de responderle "nine" le respondí "nove."
Más gibberish. Genial.
No parla italiano si tu no capita!
Pues nada. Me bajé con mis dos maletotas (con sobrepeso), y vi que la puerta del edificio tenía un sticker diciendo "Residenza Galileo Galilei". ¡Había llegado! Después de todo el trauma en el taxi, ¡estaba en casa! Entré feliz, casi corriendo, al edificio y encontré... dos ascensores. Y nada más. Ningún letrero. Ninguna indicación.
Benvenuto a la Italia.
Llamé al ascensor. Al abrirse vi, miraculo milagroso, un papelito pegado. En él, descubrí que a los pisos les dicen "piano". Me pregunté por un momento cómo llamaban a los pianos, pero mi situación me distrajo rápidamente de tan profunda duda. Aparentemente, la residencia esta operaba en el 4to, 5to y 6to piano. O piani. Ni idea. Y en el 6to piso se encontraba la "segretaria".
Spettacolare.
Subí al 6to piso. Una flecha apuntaba a la derecha, y decía "segretaria". Recorrí, con mis dos maletotas (ruidosas), todo el pasillo, llegué al final... y no había segretaria. Luego de investigar profundamente la flecha, vi que también indicaba la ubicación de las habitaciones de la 602 a la 615. Y había una habitación 601, ¡¡¡así que esa debía ser la segretaria!!! Orgullosísimo de mi raciocinio, toqué el timbre de la habitación 601.
Y nadie abrió.
Spettacolarisimo.
Después de una hora y media de jalar maletotas, encontré al portero, quien me dio mis llaves.
Quisiera hacer énfasis en que nunca más lo volví a ver. ¡Así que me debería considerar afortunado de tener dónde dormir ahora!
Molto grazie, signore porteri.
El resto del la semana (en versión resumida) no ha sido tan crítica. Aunque me siento medio cavernícola. Al entrar a las tiendas, por ejemplo, ya no digo "Me podría dar un ticket de bus, por favor?" sino más bien entro y grito "¡Bigletti de busse!"
En el supermercado ya aprendí que empiezo diciendo "No," porque lo primero que me preguntan es si tengo la tarjeta del supermercado (el primer encuentro fue algo chistoso). Claro, eso no funcionó tan bien la ultima vez, creo que me preguntaron primero si quería una bolsa... No se que habrá pasado con las tarjetas.
O fácil era un empleado nuevo...
Molto stragno, io no capito niente.
El comportamiento de la gente es algo curioso también, pero no he visto suficiente como para poder dar una buena descripción... Básicamente la gente (de sexo opuesto) se mira con una intensidad apreciable, como si compartieran un plan secreto. O tal vez no tan secreto... Un poco intimidante, tengo que admitir.
Qui sucede qui?
Con respecto al departamento de física... está bien. Mi encuentro con il Maestro fue lo esperado. Me recibió muy bien, me presentó a varias personas, me dio mi oficina... y desapareció. Me propuso hablar de física más tarde... pero aparentemente ese "más tarde" se refería a "de aquí a dos meses y medio." Como dije, lo esperado.
Pero es bueno estar colaborando con él. Por ejemplo, quería sacar un libro de la biblioteca, e inicialmente me miraron de forma sospechosa. Me preguntaron con quién trabajaba, y cuando les dí el sacrosanto nombre de il Maestro, inmediatamente sonrieron, me dieron el libro, sonrieron más, me dijeron que me lo quedara hasta cuando quisiera, me dieron indicaciones importantes, sonrieron aun más... casi me ofrecen el sanguche que tenían en la mesa.
Il Maestro e molto importante.
Bueno. Este mensaje esta ya molto lungo, así que diré arrivederchi. Padua es bellisima, y probablemente dé más que decir de aquí a tres meses. Será hasta entonces, deséenme suerte, ¡¡¡que la voy a necesitar todita!!!
Ciao!
2 comentarios:
Este también lo he leído... Aunque hoy, más que por eso ecribo para... FELICITARTE!!
Molte feliccitate Joel!!
me ha gustado tu post.
te leere...
Date una vuelta por lapelucadesanson.blogspot.com y opina , te linkeare
saludos
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