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Ahí vamos.
Acto 2, Escena 3
Nuevamente se prende la luz tenue. Entran los tres. Guilherme y Anderson discuten, Joel está silencioso. En eso, luego de un comentario de Anderson, Joel protesta.
Anderson: No, tú no digas nada, contigo no estoy hablando.
El público se enfurece, y trata de no gritar. El esfuerzo por calmarse es muy grande.
Joel: ¡¿Cómo que no estás hablando conmigo?! ¡Claro que estás hablando conmigo! ¿Quién te crees? ¿Me robas la laptop y me voy a quedar así nomás?
Anderson: Ahora me estoy amistando con Guilherme. Hablo contigo después.
Joel: ¿Qué cosa? ¡Te estás amistando con Guilherme! Pues eso no va a pasar. Tú aquí has hecho dos cosas mal, primero, me robaste mi laptop, y segundo, traicionaste la confianza de Guilherme, quién te recibió en nuestra casa. ¡Y ahora me vienes con que no estás hablando conmigo, y que te estás amistando con Guilherme!
Anderson: Vale, vale...
Siguen caminando en silencio, las luces se apagan.
Nuevamente, la luz tenue. Entran los tres, suena el celular de Joel.
Joel (contestando): Takashi! (...) No, I won't go, sorry. (...) Yeah, this turned out harder than we thought. (...) We're with the guy, I really doubt I'll make it. (...) We're going to the police now, even though I don't think they'll be able to do anything. (...) Yeah, we got not proof, but at least they'll get his info, you know, the name, address, phone number... (...) Tell Catalina I'm sorry, and hope you all have fun. (...) Thanks. See you on Monday! Bye!
El público siente mucha pena. Se apagan las luces.
Nuevamente se prenden las luces. Los tres entran por la derecha. Joel en eso mira hacia atrás, se le abren los ojos, camina más lento, hasta que se detiene. Los otros dos salen del escenario por la izquierda, mientras Joel sigue mirando un punto. Joel se da la vuelta, llama a Guilherme, y se escuchan protestas de Anderson.
Aparecen los dos por el lugar donde salieron. Guilherme tiene a Anderson agarrado por detrás, lo fuerza a ir hacia donde Joel apunta. Anderson protesta, Guilherme lo arrastra fuera de escena, por la derecha. Se escuchan golpes, gritos de Anderson, mientras Joel mira. Luego de un rato los gritos se detienen, pero se siguen escuchando golpes. Finalmente se mantiene el silencio.
Después de unos segundos, Guilherme y Anderson aparecen por la izquierda. El último no tiene ni un rasguño.
Guilherme: ¿Vamos?
Joel (sacudiendo la cabeza): ... Sí, sí... vamos...
Salen de escena, por la izquierda. Anderson sigue hablando, el público ya ni lo escucha. Se apagan las luces.
Se prenden las luces. Están los tres en la mitad del escenario. Guilherme está hablando por celular.
Guilherme: Si, amore, estamos en la parada de Reus, si sigues todo Sagunto y doblas a la izquierda nos encuentras.
Joel: ¿Le puedes pedir que traiga mi pasaporte también? Está en el bolsillo frontal de mi mochila. Que traiga el británico, que es con el cual he hecho le denuncia.
Guilherme sigue hablando.
Anderson (a Joel): ¿Por qué me miras tanto? Hace tiempo que me estás mirando.
Joel: ¡Será porque me gustas! ¡Animal!
El público se arrepiente de haber perdido el control.
Joel: Disculpa por esto último.
Anderson: Si, mira, me llamas animal, claro, yo también puedo llamar animal, porque al final...
El público deja de esucharlo.
Anderson: ¿Y el checo dónde está? ¿Por qué no está aquí? ¡A la policía no le digo nada si no viene el checo!
Joel lo mira. El público está harto. Joel saca su celular, marca un número.
Joel: ¿Tomas? (...) ¿Estás en una fiesta? (...) Mira, disculpa, estamos con el que se robó mi laptop, vamos a ir a la policía. (...) Quería saber si podías venir tu también. (...) Si, disculpa, pero está insoportable, y dice que no va a hablar con la policía si no estamos todos. (...) Muchas gracias Tomas, te pasaste, estamos en el paradero de Reus. (...) Muchas gracias.
Mientras tanto, Anderson ha sacado un papel de su bolsillo, lo mira seguido. Llega la Mari, silenciosa.
Guilherme: Gracias, amore.
Mari (a Anderson): Anderson, ¿por qué haces esto? ¿Por qué no devuelves el ordenador y nos vamos todos a nuestra casa?
Joel: No te esfuerces, Mari. No es lo que pensábamos. Esta no parece ser su primera vez, tiene una labia impresionante, y una increíble capacidad de llevar la conversación fuera del tema.
Anderson empieza a hablar, pero el público no quiere escuchar. Hay un momento incómodo, silencioso. En eso, Anderson muestra su papelito.
Anderson: ¿Ven esto? Es el número de mi abogada. Si no está, yo no hablo con la policía.
Guilherme: Bueno, llámala. Llámala, y que venga.
Anderson: Todavía no.
Joel (a Guilherme y la Mari): Me parece increíble que cargue con el teléfono de su abogada.
Anderson: Hay que estar preparado para todo.
Joel: Es cierto.
Se apagan las luces. Silencio. Pasan varios segundos.
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Se prende una luz muy brillante. Se muestra una comisaría, diferente a la inicial. En el centro, un policía grande, gordo, calvo (PGGC), frente a una mesa. Hay bancos a la izquierda y derecha.
Entran Anderson, Joel, la Mari, ChicoCheco y Guilherme. Joel se da la vuelta, les pide que lo dejen hablar a él. Anderson se acerca al PGGC, le da la mano, lo saluda cortesmente.
Joel (al PGGC): Buenas noches.
PGGC: ¿Qué pasa?
Joel: Verá... el día de ayer, he puesto una denuncia. Una denuncia de un robo de un portátil. Hoy día me llamó la policía, pidiéndome los datos de algunas personas. Yo he venido, y además de dar los datos, también he indicado que tenemos cierto sospechoso.
PGGC: ¿Y el sospechoso es... ?
Joel: Este señor de acá.
PGGC: Bueno, pero ustedes no debieron haberlo traído acá. Yo no puedo hacer nada, eso está en manos del departamento de investigación, y ellos cierran a las ocho.
El público pierde esperanza.
Joel: Si... Entiendo... Entonces, por lo menos quisiéramos que le tomen los datos, que eran los últimos que faltaban.
PGGC (a Anderson): ¿Y tienen pruebas?
Anderson: No tienen nada.
Joel: Al hacer la denuncia e indicar que lo tenemos por sospechoso, también enfatizé que no tenía ninguna prueba. Llegamos a esta conclusión luego de cuadrar historias.
PGGC: Pues sin pruebas no pueden hacer nada, y el departamento de investigación está cerrado, yo no puedo hacer nada.
El público se impacienta. Guilherme y la Mari protestan, entra un segundo policía y se les queda mirando.
Joel: Entiendo todo esto, pero...
PGGC (alzando un poco la voz): Porque yo no puedo estar por ahí acusando a la gente, uno tiene que tener pruebas.
Joel: Disculpe, lo único que queremos es que le tome los datos, para que el departamento de investigación los tenga.
PGGC (sacando un papel y un lapicero): Bueno, bueno... a ver... ¿Su nombre?
Joel: Joel Jones.
PGGC: ¿Tiene el número de referencia de su denuncia?
El público se siente estúpido.
Joel: No... lo siento, la he olvidado.
PGGC: Ah.... Bueno, ¿su NIE?
Joel: Es #######.
PGGC (a Anderson): Ahora usted. ¿Su nombre?
El PGGC empieza a tomarle los datos. Al público le parece algo extraño que los apunte en un papel, con lapicero, cuando todas las denuncias anteriores fueron hechas frente a una computadora. En eso llega el momento en que el PGGC pregunta por la residencia de Anderson.
Anderson: Me he olvidado... Estoy en un hotel, por la Plaza del Ayuntamiento...
Guilherme: Era el hostal El Pilar, hostal El Pilar...
Mari: Pero eso no le va a servir. Se muda cada día a un sitio diferente.
PGGC: Pues que lo haga. ¡Que lo haga! ¡Porque acá en España se respeta el derecho de vivir donde uno quiera! ¡Si él quiere mudarse, puede hacerlo!
Anderson sonríe.
Joel: Sí, pero...
PGGC: Porque yo no lo puedo detener aquí, ¿sabes? Si yo lo detengo a él, ¡luego me detienen a mí!
Joel: No le hemos pedido que lo detengan, tan sólo...
PGGC: Bueno, ¿no recuerdas el hotel?
Anderson: No.
PGGC: Bueno, ya está.
El PGGC muestra el papel con los apuntes.
PGGC: Esto lo voy a dejar acá, para que mañana en la mañana lo ingresen. Y tú, ¡anda a donde quieras!
Anderson (levantándose): ¡Gracias! ¡Ha sido un gusto! ¡Adiós!
Joel: Si, ándate. ¡Ándate!
Anderson: No, si quiero no me voy. Porque aquí en España puedo ir a donde quiera, ¿no es cierto?
PGGC: Así es.
Anderson (a Joel, ofreciéndole la mano): Bueno, hasta pronto, ya nos vemos.
Joel (le da la mano, y sonríe): No, espero no volverte a ver nunca más en mi vida.
Anderson se despide de la Mari, le da un beso en la mejilla. Se acerca a Guilherme, le ofrece la mano, pero Guilherme no se la da. Mira a ChicoCheco, le da una palmada en el hombro, y se va.
PGGC: Ustedes están viendo demasiado esa serie, CSI... Venga, se necesita tomar algo. ¿La máquina esa de refrescos no venderá un whisky?
Los otros se miran, y abandonan el escenario lentamente. La sensación de derrota es absoluta. Joel se queda en el medio, mirando hacia el piso.
Las luces se apagan. Queda una luz muy débil sobre Joel. No se ve más.
Pasan momentos de silencio y oscuridad. En eso, el público siente una avalancha de emociones, rabia, desolación, frustración, tristeza. Personas del público se ponen a llorar, otras gritan de furia, otras golpean las butacas del frente. Algunos abandonan el recinto. Eventualmente todos se calman.
Joel no se ha movido. Levanta la cabeza, y, en silencio, sale del escenario. Se apaga la última luz.
Fin de Escena
Fin de Acto
Fin de Obra