sábado, 8 de noviembre de 2008

Efecto Túnel

20/10/08

Estos últimos doce meses han sido una locura viajera.
Empezó con el viaje a Padova. Tres meses.
Regresé a Valencia por dos semanas.
Luego, un mes en Perú, a pasar Navidad.
De allí, un mes y medio en Valencia.
Cuatro meses en Würzburg.
Dos semanas en Valencia.
Dos semanas en Benasque, en una Escuela de Física de Sabor.
Tres semanas en Valencia.
Y finalmente, un mes en Perú. Otra vez.

Este último viaje al Perú ha sido muy diferente al resto de los viajes a Perú que he tenido. Es cierto, cada viaje a Perú ha sido muy, muy diferente, pero tenían el mismo objetivo: descansar. Este último viaje ha tenido un objetivo diferente: chambear.

Resulta que existen unas becas HELEN para establecer proyectos de física de partículas entre América Latina (en particular la PUCP, mi antigua universidad), y Europa (con la Universidad de Valencia). Son excelentes, ya que pagan el pasaje y dan dinero para sobrevivir. Esto para mí se veía muy bien, ya que de obtener la beca viviría con mis padres y me ahorraría un chupo de plata. Así que había que hacerlo.

El proyecto involucraría lo que siempre estudié en Lima: a los famosísimo neutrinos (no, no son los amigos de las Tortugas Ninja). La idea era realizar un análisis nuevo mezclando supersimetría, lo que estoy estudiando acá en Valencia. Escribí el proyecto, y mi jefe acá y mi ex-asesor de allá lo aprobaron. Postulé a la beca estando en Würzburg, ¡y me la dieron! Esto fue realmente genial, como mi objetivo es regresar a Perú, el establecer una colaboración entre la PUCP y la UV se vería muy bien en mi CV.

El viaje de ida, increíblemente, salió bien. Lo mejor fue la llegada. Como este viaje me lo pagaba la UV, decidí no avisarles a mis padres, y darles la sorpresa. Al llegar a mi casa, toqué el timbre y me respondió Ycela, quien cocina en mi casa. Le dije "¡Hey! ¡He venido de sorpresa! ¿Me puedes abrir sin que se entere mi madre?" Ella me respondió "¡Te ahorco!" y me abrió.

Ahora bien, este "te ahorco" tiene múltiples interpretaciones. La más sencilla es que me iba a ahorcar por la sorpresa que les estaba dando. Otra interpretación es que me lo haya dicho por encomendarle la ardua tarea de abrir la puerta de mi casa sin avisarle a mi madre. Y esto es porque a mi madre le fascina tener control absoluto sobre lo que ocurre en el hogar (¡Hola mamá, estoy hablando de ti! No te resientas, ¿ya?). Que entre gente a la casa sin que ella lo sepa es un pecado mortal. Y dicho y hecho, al yo entrar a la casa, me topé con mi madre bajando las escaleras a toda velocidad, a punto de gritar algo así como "¿Por qué abren la puerta sin decirme nada?"

Lo interesante es que justo cuando estaba por lanzar el grito, me vio. Y se congeló. Con la expresión de furia en la cara, por supuesto. Yo me palteé un poco, evidentemente, todo ser racional debe escapar si ve a mi madre con su cara de furia. Pero afortunadamente duró poco. "¿Que haces aquí?" dijo ella, a lo cual respondí "¡Hola! ¡He venido por un mes! ¿Qué hay de comida?" Luego ella empezó a saltar de la alegría, tengo que admitir que fue adorable, nunca la había visto así, parecía una chiquita (o sea, más chiquita).

El encuentro con mi padre fue más o menos lo esperado. Yo estaba viendo televisión, y el subió las escaleras. Lo recibí con un "¡Hola! ¿Qué tal?" Se quedó congelado también. Pero mi papá es más calladito. Se acercó despacito, como si tuviera miedo de haberse vuelto esquizofrénico. "¿Y tú? ¿Qué haces aquí?" me preguntó. "Ah, he venido por un mes, a chambear en la PUCP. ¡Sorpresa!" El no saltó, pero sonrió. Y se me quedó mirando, como si siguiera teniendo miedo de haberse vuelto esquizofrénico.

Chévere.

De la chamba no quiero contar mucho, porque si lo hago pierdo mi poca audiencia. Tan masocas no pueden ser, ¿no? Pero la situación que encontré fue muy interesante. Resulta que ahora existen muchos más proyectos de investigación. Hay ahora gente de la PUCP en el CERN (en el LHC, ese experimento que creará agujeros negros y destruirá el mundo), en Fermilab (los que construyeron el experimento previo al LHC, que también iba a destruir el mundo en su momento), y en México (ahí no quieren destruir el mundo, los mexicanos son muy padres, güey). Era evidente que la investigación va en aumento, y que lo que existe ahora en la PUCP es mil veces mejor que lo que hubo en mi época. Por un lado me dio algo de orgullo el haber colaborado en empujar la piedra que ahora rueda, pero también un poco de envidia, ya que tantos chances no tuve como estudiante de maestría. Claro, los chances los tengo ahora, no tengo de qué quejarme, les digo que fue tan sólo un poco de envidia.

En fin, al final otra persona terminó publicando lo que queríamos hacer con los neutrinos (historia vieja) y terminamos estudiando asimetrías de tiempo en observables de violación de sabor leptónico en un Colisionador Lineal Internacional (el experimento que vendría luego del LHC, que también destruiría el mundo), en un contexto de Supersimetría. Madre mía, lo dije todo en una línea, lo siento, no me pude contener. Pero no les digo más, lo prometo.

Del viaje hay mucho que contar, pero no creo que les interese. Fue chévere juntarse con la gente de siempre, tocar música con Fuga, pasearse en combi, comer rico por poco, avergonzar a Juan Pablo frente a su novia, caminar por el malecón de Miraflores, escapar de los acosos de Bruno, comer ceviche con Luciano, el Pollo y Zegarra (¡la Prom!), escuchar a Arens, maletear a Huber (¡y tenerle paciencia, Dios mío!), escuchar historias de taxistas (ese alcohólico me dio mucho miedo)... en fin, estar en Lima. La ciudad está mucho mejor en varios aspectos, aunque la contaminación está peor que nunca. Claro, fundan el Ministerio del Medio Ambiente, y naturalmente las cosas tienen que empeorar.

Lo que nunca me gusta de regresar a Perú es sentir que no me consideran peruano. Esta es la historia de mi vida, a pesar que adoro mi país, mi país como que no me quiere tanto. Prueba de ello son los dieciocho intentos de robo que he sufrido en mi vida. Y claro, los típicos comentarios de "¿Y usted de dónde es? ¿En serio es peruano?", que me dejan medio depre.
La última fue algo así:
"¿Tú eres peruano?"
"Si."
"Y cómo te llamas?"
"Joel."
"Pero, ¿el apellido?"
"..."
"..."
".... Jones."
"Ah, extranjero."
'Cha mare. ¿Qué parte del "Si" a la primera pregunta no entendió?

Pero bueno. En suma, el viaje bueno.

Irónicamente, tengo que admitir que estoy contento de haber vuelto a Valencia. Ya me he acostumbrado a la ciudad y me gusta la vida que llevo acá. Sé que esta vida en Valencia es transitoria, que me encuentro en un vacío metaestable que eventualmente decaerá a un estado final donde terminaré asentándome. Pero me gusta. No obstante, fue interesante simular un pequeño efecto túnel y atisbar cómo se vería mi estado final, este vacío estable como investigador en la PUCP, en la caótica Lima, en mi muy querido y controversial Perú. Y se vio bien. El viaje me ha dado muchas esperanzas en un futuro ideal en Perú, y realmente creo que a mi regreso podré hacer cosas muy buenas y productivas.

Pero no nos adelantemos. Este futuro tomará tiempo en llegar, y será necesario trabajar mucho en Europa antes de volver. Por lo pronto, me quedaré en mi pequeño vacío metaestable, disfrutándolo al máximo y exprimiéndolo fuerte, a ver qué más puedo sacar de él.

Tengo confianza que será mucho.

6 comentarios:

El Tunche dijo...

Joel, una consultita:
A que sabe ese sabor leptónico que mencionas?, escuche que es medio agridulce. Y donde lo puedo conseguir poruqe me suena que en un guizo le caeria a pelo!

O te refieres al sabor que tienen los leptones, recontra salseros seran.

saludos!

Joel Jones Pérez. dijo...

Puf, si supieras lo que hacemos por aca...

Hemos terminado postulando nuevas partículas cuya mejor traducción sería "sabrosones".

Entonces tienes al protón, al electrón, al neutrón y (luego de muchísimas más) al sabrosón. Genial, ¿no?

supernena4 dijo...

Por aquí estamos muy contentos de tenerte aunque nos llames "vacío metaestable"; lo de metaestable te lo paso, por eso de que en realidad somos bastante sensibles a cualquier cambio, pero de vacíos nada!

Y bueno, la verdad, he podido ver yo también por efecto túnel tu vida en Perú, tu jerga en Perú: Maletear, chambear, chiquita, chances (que aunque es inglés seguro que lo usáis pronunciando c-h-a-n-s-e-s), ceviche y los apodos de tus amigos sin posible entendimiento acá, ¡acá! Que no eres peruano?? Que vengan y nos lo pregunten a nosotros!

Joel Jones Pérez. dijo...

De vacíos no tienen nada, eh! ¿Pero qué más quieren? ¡El título del blog está dedicado a ustedes!

Sobre la jeringa, lo siento, efectos de haber regresado a Perú. No es tán difícil tampoco, ¿no?
Maletear = Molestar, o picar, como dirían.
Chambear = Currar.
Chiquita = Xiqueta.
Chances ya sabes.
¡Ceviche no es jerga!
Y apodos, sólo está el del Pollo, que no lo explico porque tienes que verlo para entenderlo.
¿Y al excelentísimo e inmortal grupo/taller de Flautas Dulces "Fuga" no lo conoces?

Ahora, si quieres hablar de apodos de amigos, te puedo contar de Kchi, de la Monse, la Piraña (de water), el Wash, la Chata Pelada, Juan Mamarracho (derivación extraña de Juan Po, que eventualmente llegó a Juan Mamamiembro), Pelo-in-Pecho-Woman, Robertillo, el Ponja Rulitos, y mejor me detengo, que en eso uno de estos me lee y me meto en problemas.

Jess dijo...

mmmm.. te olvidaste que me viste a mi después de mucho tiempo...
ya no te quieroooooooo...mentira!!
jajaj
besito

Joel Jones Pérez. dijo...

Y por supuesto, entre los apodos me olvide de mencionar a Jekka.